- La jornada de huelga en la enseñanza no universitaria de Euskadi que tuvo lugar ayer no acercó posturas entre los sindicatos convocantes (ELA, LAB, Steilas, CCOO y UGT) y el Gobierno Vasco, pese a que su portavoz, Bingen Zupiria, que ofreció su primera rueda de prensa en su nuevo cargo, trató de mostrarse conciliador y dijo "comprender la preocupación y sensación de dificultad que están viviendo los docentes". Sin embargo, los sindicatos lamentan que el Gobierno Vasco no atienda unas demandas "muy concretas" y que no haya habido un nuevo acercamiento desde la reunión que mantuvieron el pasado jueves con el consejero de Educación, Jokin Bildarratz.

"Estamos exigiendo, otra vez, que este retorno presencial a las aulas sea seguro y negociado con demandas muy concretas sobre la mesa. El Departamento de Educación no puede mirar a otro lado porque hemos hablado alto y claro", expresó la portavoz de LAB, Irati Tobar, que enumeró estas peticiones que los sindicatos han trasladado al Ejecutivo vasco: "Necesitamos recursos adicionales, planificados, que van desde la bajada de ratios al aumento de plantillas o la habilitación de espacios, de planes y de medidas para hacer frente a las brechas que esta pandemia ha originado, de las socioeconómicas a las tecnológicas".

La representante de LAB remarcó que "era muy fácil desactivar esta huelga: solo tenían que haber puesto contenidos sobre la mesa"; para añadir que, tras esta movilización, "nos hablarán de datos, de recursos y de reuniones sin concreciones, cuando ningún dato de este año difiere de un curso escolar anterior, porque no han aumentado nada ni han invertido un solo euro en unos centros educativos que están teniendo que atender al alumnado, a la pedagogía y a los protocolos de sanidad bajo su responsabilidad".

El Gobierno Vasco, por su parte, dijo, en palabras de Bingen Zupiria, "respetar" el derecho a huelga de la enseñanza. El nuevo portavoz del Ejecutivo de Iñigo Urkullu mostró en su comparecencia de ayer un talante conciliador, tratando de rebajar el tono del consejero de Educación, Jokin Bildarratz, quien indicó la pasada semana que la huelga "no aporta nada al sistema educativo".

"Respetamos el derecho a la huelga y además comprendemos la preocupación y la sensación de dificultad que están viviendo los docentes y los profesionales de enseñanza y las familias, la misma preocupación que tiene el Gobierno", señaló Bingen Zupiria: "Es una situación muy complicada, que va a durar muchos meses. Nos enfrentamos a un curso que no sabemos cómo terminará. Hemos optado por la educación presencial, y esto es una maratón. Tan importante como el principio del curso es cómo lo terminamos, cómo garantizamos el derecho a la educación de los alumnos y alumnas. Nos comprometemos a tomar todas las decisiones para garantizar este derecho a la educación siempre que se pueda de forma presencial".

Preguntado por las palabras de Bildarratz, el portavoz del Gobierno Vasco quiso evitar polémicas: "Mi mensaje es el de preocupación, como todo el mundo, y el de una invitación a la colaboración para superar las dificultades en todos los ámbitos. En la vuelta al trabajo en las empresas, la industria y la Administración pública vimos mucha resistencia y esto es un nuevo episodio de esta cadena de dificultades" derivadas de la pandemia. Eso sí, también dijo que "llama la atención que la CAV sea el único lugar en el que se hace la huelga al inicio de curso, pese a que en algunas comunidades la situación sanitaria es incluso peor". También dijo el portavoz que el Ejecutivo hace "autocrítica", pero que el COVID-19 ha provocado una época de "incertidumbre" que obliga a "tomar decisiones con la técnica de prueba y error, porque no hay certezas".

La portavoz de LAB también lamentó que no haya habido "contacto alguno" con Jokin Bildarratz tras el primer encuentro del pasado jueves tras su llegada al departamento. "Durante dos meses largos nuestros emplazamientos han caído en saco roto y a menos de 72 horas para la jornada de huelga no se puede promover un encuentro, que no pasó de ser un acto protocolario cuando se necesita un calendario de negociación", añadió, por su parte, el responsable de Educación de CCOO Euskadi, Pablo García de Vicuña.

Irati Tobar denunció asimismo que "desde Educación se ha querido confrontar a los trabajadores con las familias, que son también trabajadoras, para, de alguna manera, querer desviar el tema y no asumir su propia responsabilidad como Administración". La portavoz de LAB insistió en que "se pongan sobre la mesa recursos y una planificación".

A su vez, los sindicatos calificaron ayer de "abusivos" los servicios mínimos establecidos para la jornada de huelga: "Han vulnerado de facto el derecho de huelga de muchos trabajadores, principalmente del personal de limpieza, con unos servicios del 100%", algo que significa para ese colectivo "que las limpiadoras no pueden realizar ninguna protesta para defender sus derechos laborales aunque estén secundando la huelga de otra manera, haciendo fotos o con concentraciones en los centros educativos".

Los sindicatos esperan ahora que la jornada de huelga vivida ayer sirva para que Educación "reaccione" y vuelva a abrir un diálogo "con propuestas" sobre la mesa. "Tendremos que determinarlo entre los sindicatos, pero sentados no nos vamos a quedar", indicó Nagore Iturrioz, portavoz de Steilas, que aseguró también que los sindicatos saben que hay colegios que pidieron a los padres no llevar ayer a sus hijos o hijas por no poder garantizar unos servicios mínimos con las actuales condiciones sanitarias.

"Primero valoraremos el seguimiento y la adhesión de otros colectivos como familias y estudiantes y, también los pasos que dé el gobierno, por lo que entonces veremos qué acuerdos se pueden poner sobre la mesa o, si no, qué movilizaciones habría que adoptar", añadió Irati Tobar sobre la opción de poner en marcha nuevas jornadas de huelga.

"Comprendemos la preocupación que están viviendo los docentes y las familias"

Portavoz del Gobierno Vasco

"Para desactivar la huelga tenían que haber puesto contenidos sobre la mesa"

Portavoz de LAB