- Un hombre que se enfrenta a una petición de casi cinco años de cárcel, acusado de agredir sexualmente a una chica en Irun y de retenerla en su automóvil, negó ayer los hechos, que no pudieron ser contrastados con la versión de la víctima ya que no se presentó a la primera jornada del juicio celebrada ayer.

Según la Fiscalía de Gipuzkoa, los hechos sucedieron sobre las 6.30 horas del 14 de abril de 2017 en el exterior de una discoteca de Donostia. El acusado, de 26 años, presuntamente montó en su coche a la chica, “en contra de la voluntad” y la trasladó a Irun “bajo el pretexto de llevarla a su domicilio”. Durante el trayecto, el encausado presuntamente “realizó tocamientos” a la perjudicada, lo que originó un “forcejeo” que habría llevado al hombre a detener la marcha del automóvil, momento en el que la mujer abrió la puerta y huyó, si bien el hombre le dio alcance, la condujo nuevamente “a la fuerza” al vehículo y la encerró en la parte trasera del coche. Ambos llegaron a Irun, donde el inculpado la habría propuesto mantener relaciones, a lo que la chica se negó, después de lo cual logró huir.

En su declaración, el acusado negó esta versión. Explicó que la chica y él se conocían previamente, desveló que solían verse “esporádicamente” solo para mantener relaciones sexuales, y dijo que aquella noche habían quedado con ese fin. Por este motivo, pasó a recogerla en su coche al lugar en el que ella se encontraba y la trasladó a Irun con la intención de mantener relaciones en su domicilio, aunque durante el camino ella se quedó dormida, si bien en un momento dado, le pidió insistentemente que parara para orinar e incluso intentó abrir la puerta en marcha para hacerlo. Detalló que la joven había bebido y que cuando bajó junto a unos arbustos se cayó, por lo que tuvo que acercarse para recogerla y volver a introducirla en el vehículo. El procesado no descartó que al agarrarla para subirla al coche pudiera haberle tocado la zona del pecho, lo que explicaría la existencia de restos epiteliares del varón en el sujetador de ella. Al llegar a Irun, ambos mantuvieron una discusión y él la dejó en la calle.

Dos agentes de la Ertzaintza que acudieron a la vivienda de la mujer precisaron que inicialmente solo recordaba que había llegado a Irun en un coche con más personas y que “se sentía violada”, por lo que activaron el protocolo para estas situaciones.