- El panorama que dibuja la crisis sanitaria por COVID-19 adquiere tintes preocupantes, y lo hace antes de lo previsto. Tras un goteo de brotes, Euskadi se enfrenta a una nueva ola epidémica que se esperaba para otoño y que ha llegado en pleno mes de agosto. "Estamos jugando con fuego", alertó ayer la consejera vasca de Salud, Nekane Murga, que insiste en restringir los contactos a la mínima expresión. Hoy por hoy, llegó a decir, "no es posible una nueva normalidad".

En las últimas horas se han registrado 338 positivos. Son cifras que no se conocían desde el fin del confinamiento. Hay que remontarse al pasado 28 de abril -cuando se contabilizaron 392 casos- para conocer un nivel de contagios similar. El Gobierno Vasco asume que "el virus nos está ganando terreno".

La alta tasa de afectados en grandes poblaciones como Bilbao o Barakaldo es ahora mismo uno de los mayores motivos de preocupación. Bizkaia, de hecho, se lleva la peor parte, con 233 positivos. Pero el virus ha dado sobradas muestras de su extraordinaria facilidad de transmisión, por lo que ningún territorio sale indemne. Nadie está en condiciones de echar las campanas al vuelo y, sin ir más lejos, Gipuzkoa ha registrado 57 nuevos casos, duplicando las cifras de los últimos días.

Especial atención merecen los trece positivos de Donostia, o los diez de Elgoibar. Este último municipio mostró ayer su "preocupación" ante el repunte de casos, pidiendo a la población extremar las medidas de precaución. En un comunicado, el Consistorio elgoibartarra explicó que están haciendo un "férreo seguimiento", y apeló al "sentido común, a no confiarnos en exceso", sin descartar la posibilidad de tomar medidas más restrictivas si la situación empeora.

Zarautz también registró seis positivos. Son 23 los municipios guipuzcoanos que han sumado contagios, lo que demuestra la facilidad con la que sigue su curso el virus, que deja en las últimas horas en Euskadi 30 afectados de entre 20 y 29 años.

Cualquier comparación con el mes de marzo, que en unas semanas sumó cientos de infectados, parece hoy exagerada. Más, si cabe, en un periodo estival que invita al contacto. Nada más lejos de la realidad. "No debemos infravalorar la capacidad de transmisión del coronavirus ni sus efectos. No hay motivos para pensar que sea menos letal. Puede provocar la muerte, o dejar secuelas permanentes como fibrosis pulmonar", alertó el Gobierno Vasco.

En las últimas horas se han producido ocho ingresos hospitalarios, elevando el número total a 57, la mayor parte de ellos en Bizkaia. En las UCI hay cinco pacientes. Los datos reflejan un importante incremento de personas que han sido infectadas en las últimas semanas, cuya estela siguen los más de 180 integrantes de la red de rastreadores, que no dan abasto.

"El virus nos está enseñando que no es posible una nueva normalidad. Tenemos que cambiar nuestros hábitos de relación", incidió Murga. Limitar el tiempo sin mascarilla y mantener la distancia social -"mejor dos metros que metro y medio"- puede ser crucial en las próximas fechas.

En estos momentos hay más de 2.000 personas identificadas con infección activa en Euskadi y se está realizando un seguimiento a más de 10.000 contactos estrechos. "Es imprescindible un correcto cumplimiento de la cuarentena para poder conseguir el control de esta epidemia", señaló la consejera.

En las últimas horas se han realizado 5.617 pruebas PCR, entre las que también han aflorado 44 casos en Araba. El Gobierno Vasco entiende que la identificación precoz de pacientes que no presentan síntomas está permitiendo contener la situación, pese a que el virus tiene la misma capacidad de infección que en marzo.

Se constata que se va propagando con facilidad en el ocio nocturno, en las terrazas y en los paseos de las zonas costeras. El Departamento de Salud entiende que la solución no pasa por poner más multas o cortar accesos a zonas donde se concentran personas. Insiste en la necesidad de adoptar medidas de precaución allá donde se acuda, "porque también se contagia a otros en excursiones al monte, en comidas y celebraciones o en los desplazamientos al trabajo".

La consejera, que ofreció una rueda de prensa tras reunirse con el lehendakari, fue incluso más allá al advertir que algunos de los que se contagien esta semana morirán. "Nos engañamos a nosotros mismos si vamos a txokos o a casas rurales" sin adoptar las medidas necesarias.

El Gobierno Vasco asume que en los próximos días habrá más hospitalizaciones porque la edad media de los infectados aumenta respecto a julio y "algunos de los ciudadanos de entre 40 y 70 años que contraigan COVID necesitarán atención hospitalaria". Ante estas previsiones, el Servicio Vasco de Salud asegura que tiene "margen de maniobra", y está preparando plantas para atender a enfermos de coronavirus. Lo hace principalmente en los hospitales de Bizkaia. La red asistencial vasca "tiene capacidad para asumir la nueva oleada".

El Gobierno Vasco asume que en los próximos días habrá más hospitalizaciones porque aumenta la edad media de los infectados

"El virus nos está enseñando que no es posible una nueva normalidad. Tenemos que cambiar los hábitos de relación", advierte Salud