- El conocido como brote de Mendillorri, que ha afectado hasta la fecha a 224 personas y que se produjo en relación al ocio nocturno en la primera quincena de julio en Pamplona y su Comarca durante las no fiestas de San Fermín, está “en fase de remisión, aunque nos está costando un gran esfuerzo el poder hacer la vigilancia y el control”, explicó ayer la directora gerente del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, Marian Nuin. Por ello, consideró necesario “evitar nuevos brotes en relación a las no fiestas del resto de las localidades navarras” y, con ese afán, el director general de Salud, Carlos Artundo, firmó ayer una resolución que entrará hoy mismo en vigor, por la cual se adelanta dos horas el cierre de espacios hosteleros, sociedades gastronómicas y ocio nocturno durante los días de las no fiestas -tanto patronales como populares-, de modo que estos locales cerrarán sus puertas a las 00.00 horas. Asimismo, Salud, que prorrogó por otros quince días el resto de restricciones a la hostelería que aprobó el Gobierno por decreto ley foral, anunció que a partir de las doce de la noche también estarán prohibidos los botellones.

Aunque la incidencia del COVID-19 fue menor la semana pasada que la anterior, como explicó Nuin, la “situación nos preocupa y estamos muy vigilantes”, si bien añadió que “no se puede comparar con la situación de marzo”. Apuntó que “tras una fase de mínima transmisión del virus, ha habido un aumento importante de la incidencia a partir de la segunda quincena de julio, que en la última semana ha empezado a disminuir -un 33%-, pero no de manera definitiva”. Asimismo, constató que ese aumento de la incidencia es mayor en las personas jóvenes, entorno a 15-30 años, y que “entre el 60-65% de los casos son asintomáticos”.

Tras destacar el importante número de PCR que ha hecho Navarra (169 por cada 100.00 habitantes) , señaló que el impacto de los rebrotes sobre el sistema sanitario se ha comenzado a observar en las dos últimas semanas. También apuntó que la Comunidad Foral, la tercera con mayor incidencia acumulada, ha notificado al Ministerio hasta el momento 68 brotes, de los cuales 59 permanecen activos, pero “solo trece afectan a 10 o más personas y tres, a más de 20”. La mayoría de los focos tiene menos de 10 casos y se sitúan en el ámbito social y familiar, aunque con algunas ramificaciones laborales.

Salud hizo ayer hincapié en la importancia de evitar contagios en el ambiente festivo, a la vista de experiencias como el brote con incidencia principal en Mendillorri, el del almuerzo de San Fermín (35 casos) y otros de Pamplona y su Comarca o el de la boda de Tudela -con alrededor de 50 positivos-. Por ello, consideró necesario prorrogar y concretar el decreto ley anunciado el 22 de julio, que establece una serie de restricciones para toda Navarra y todos los días. Entre ellas, estaban la reducción del horario de locales de “ocio nocturno” a las 2.00 horas, la prohibición de los botellones en la vía publica entre las 2.00 y las 6.00 horas, y la limitación de grupos a un máximo de 10 personas, salvo convivientes, en el ámbito de la hostelería y restauración.

Aunque el citado decreto ley ya habilitaba a las autoridades locales a establecer parámetros más restrictivos -por ejemplo, coincidiendo con las fechas de las fiestas suspendidas- se decidió regular de manera general determinados aspectos. Así, se adelantará en dos horas el cierre de esos locales y prohibir los botellones entre las 0.00 y las 6.00 horas.

Reabierto el Burger King. Los cierres preventivos de bares debido a casos o sospechas de posibles casos de COVID-19 siguen sucediéndose y ayer fueron cerrados otros dos bares situados en Gros, situación que se produce un día después de las quejas de los hosteleros a este respecto. El local que ya ha abierto es el Burger King, después de que sus trabajadores hayan dado negativo y se haya limpiado el local. Por otro lado, la Ertzaintza desalojó la madrugada del lunes una discoteca en Vitoria al comprobar que había gente bailando en la pista sin mascarilla ni distancia de seguridad.