- Las altas temperaturas reinantes y las ganas de disfrutar al aire libre provocaron que las playas fueran ayer uno de los lugares más solicitados.

Las imágenes de gente esperando para entrar en el arenal de La Concha en Donostia circularon por las redes a gran velocidad. Sin esperas, pero con idénticas ganas, acudieron ayer los bañistas a la playa de Hondarribia.

Pero el baño solar no tuvo el necesario acompañamiento del baño en el mar, ya que quedó prohibido por que las condiciones del agua no eran las adecuadas.

En concreto, según una comunicación emitida por la Agencia Vasca del Agua, Ura, en las aguas que bañan las playas de Hondarribia Salud Pública detectó en las muestras tomadas el lunes “una alta concentración de E. coli y enterococos intestinales”, hecho que derivó en la prohibición del baño.

Ana, de Errenteria, y sus dos hijas de 9 y 11 años se encontraron con esta desagradable sorpresa al llegar a la paya. “Nos han dicho que saliéramos del agua porque no se podía bañar, y con el calor que hacía y las niñas agobiadas hemos decidido adelantar la vuelta a casa”.

Buceadores que acuden habitualmente a la zona señalaron ayer a este periódico que “no es la primera vez” que las aguas muestran señales de microorganismos compatibles con restos de heces. “Más de una vez por la zona de Amuitz y Frailes aparecen detritus de color marrón y un olor insoportable”, señalaron los deportistas.

En su opinión, este hecho se puede explicar en parte porque la boca del emisario expulsa sus aguas “a una profundidad de solo 14 o 16 metros”.

En 2007 ya se dio un episodio previo de escape de aguas residuales, que en este caso se relacionó con una avería en la depuradora de Hendaia.