- Begoña Lujanbio afirma estar a la expectativa. Aunque no hay actividad, observa que las cosas están cambiando poco a poco, que ya se nota otra alegría en las calles. Por ello, y aunque el grueso de su negocio no sea ese, tiene ganas de empezar poco a poco con lo que se pueda ofertar, los destinos más cercanos y cuando haya opción.

De momento, parado. "En teoría desde el 11 de mayo podíamos abrir, pero no hay actividad, se reduce a tramitar cancelaciones de viajes contratados", explica Lujanbio.

Pero quiere ser optimista pese a "la incertidumbre". "Hay que empezar aunque sea poco a poco. El verano está ahí, pero nos falta información. La gente nos dice que se quiere ir, pero de momento, cerca", apunta.

"A nosotras para aconsejar, para animar, nos falta información. De momento, las compañías aéreas ya han empezado a mandar información de cuáles serán los protocolos a aplicar para viajar", explica la titular de Hernani Bidaiak.

Las ganas, al menos por ahora, es lo que nos queda ya que no hay oportunidades y garantías para viajar. "Están todos valorando opciones, los hoteles están analizando cómo hacerlo, pero todo es de los últimos diez días, antes nada", subraya.

En Hernani Bidaiak los viajes al Estado suponen solo una parte mínima de su facturación pero "hay que empezar por algo" y es lo que tiene visos de arrancar en menos tiempo. "Para el verano no hay margen, vamos a ver cómo responde el mercado y la evolución", explica. "Estamos todos adaptándonos a esta situación, hay que esperar. La cuestión está en cómo mantener el negocio, porque nos ha pillado de pleno en las temporadas clave".

Air Europa, señala, ha anunciado que en julio abrirá vuelos europeos y de larga distancia. "Ya veremos", señala Lujanbio. "Inicialmente se podrá viajar por motivos esenciales, aunque me imagino que todo dependerá de la situación de cada país".

"No es solo cuestión de que se abran fronteras, luego hay que ver la demanda, porque hay miedo. No quiero creer que las ganas de viajar hayan desaparecido", expresa esperanzada. "Hay gente que todavía no ha cancelado sus viajes para julio o agosto, los cruceros sí y junio también porque las aerolíneas no operan", añade.

Lujanbio, ademas, cree que el COVID-19 provocará algunos cambios en el sector para que la gente "se anime", como por ejemplo, la normalización de las tarifas reembolsables y condiciones más flexibles en cancelaciones, algo a lo que contribuiría que en el futuro más cercano se empezaran a ofertar "promociones". Esta opción, añade, resultaría más sencilla de aplicar en alojamientos, pero no tanto en las compañías aéreas, porque si hay que tomar medidas de distancia entre personas habrá menos plazas, las tarifas subirán y, además, "cuanto menos vuelos haya, más caros serán".

Lujanbio, mientras, está al tanto de lo que se mueve entre las empresas mayoristas que "no lanzan" nada desde marzo. Los hoteles se están preparando, pero todavía reina el desconcierto.

En el sector los ERTE son una constante y lo prioritario salir de esta coyuntura, "empezar a andar" para ir revirtiendo la situación. "El mes de junio será clave para ver cómo vamos. Solo con producto nacional no hacemos nada, pero tenemos que empezar y cuanto antes pero necesitamos tener apoyos en ese camino. La ilusión por viajar sigue ahí, aunque ahora la hemos aparcado. Cuando veamos las condiciones adecuadas nuestra mente se abrirá", concluye confiada.

"Cuando veamos que se dan las condiciones adecuadas nuestra mente se abrirá, porque sigue habiendo ilusión por viajar"

"El sector tendrá que introducir algunos cambios para que la gente se anime, como tarifas reembolsables o facilidades de cancelación"