El colegio Pedro Mari Otaño de Zizurkil envía cada tres semanas los deberes en papel a todos sus alumnos. Un grupo de voluntarios se encarga de realizar los repartos que sirven para que los estudiantes dispongan también de material físico y no solo digital, y con el que se pretende también hacer partícipes a las familias de los estudios diarios de los más pequeños. Con el reparto que se hizo ayer, los menores cuentan con material suficiente hasta el próximo 11 de mayo.