La crisis sanitaria causada por el COVID-19 provocó ayer importantes retenciones en la muga, que llegaron a alcanzar los 7 kilómetros. Es uno de los daños colaterales de esta pandemia mundial, que además de afectar al tráfico rodado, causó ayer otro tipo de retenciones, las que se sucedieron en las puertas de los supermercados. Y es que, ante el anuncio de que el estado de alarma se alargará otras dos semanas, cientos de guipuzcoanos volvieron a salir a la calle para hacerse con los alimentos necesarios para pasar las próximas semanas. La distancia de seguridad de un metro establecido hizo que para muchos la tarea de realizar la compra se demorara más que en otras ocasiones.