ENTENDER el feminismo como un fenómeno multidisciplinar que no margina a nadie fue una de las principales conclusiones extraídas ayer de la conferencia que acogió la facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la UPV/EHU .

La celebración del Día Internacional de la Mujer sirvió de marco para la segunda edición de esta mesa redonda en la que se abordó el feminismo y la investigación de esta realidad.

En ella participaron Carmen Romero Bachiller, socióloga y profesora en la Universidad Complutense de Madrid; Patricia Soley, licenciada en Historia Cultural y doctora en Sociología; y Dolores Juliano, antropóloga argentina.

La primera ponente, Carmen Romero, expuso su visión sobre el feminismo y sobre el rechazo que aún provoca en cierto sector de la sociedad.

Romero hizo referencia a una serie de tensiones que no sólo no son perjudiciales para el feminismo, sino que abren un nuevo horizonte de conocimiento y aprendizaje.

La siguiente ponente fue Patricia Soley, que explicó su perspectiva personal después de haber abandonado el mundo de la moda para volver a la universidad tras once años alejada de ella.

Soley realizó una reflexión autobiográfica en la que afirmó haberse sentido "atrapada" por su antigua profesión, algo que había extrapolado a su tesis sobre los transexuales, que se sienten "alienados" sobre su cuerpo. La exmodelo finalizó señalando que "el 8 de marzo queremos derechos, no flores".

La última en intervenir fue Dolores Juliano, quien diferenció entre la investigación feminista y la militancia política. La argentina quiso echar la vista atrás y volver a los orígenes del feminismo en el Siglo XIX.