- Antes de Andoni Ortuzar intervino también en las campas de Foronda el lehendakari Iñigo Urkullu, que centró su discurso en la gestión sanitaria y la buena marcha económica de Euskadi, así como en cuestiones relacionadas con el autogobierno y el nuevo estatus. Uno de los anuncios más relevantes de Urkullu fue el relativo al próximo proyecto presupuestario del Gobierno Vasco para 2022, que ya está en marcha y en las próximos semanas tratará de negociarse y consensuarse con otros grupos parlamentarios. Así, a este respecto, el lehendakari prometió los presupuestos “más ambiciosos, más sociales y más inversores de nuestra historia”; con el objetivo de que contribuyan al “relanzamiento” de la economía vasca y del estado del bienestar. Asimismo, el jefe del Ejecutivo autonómico mostró su disposición a “alcanzar acuerdos” con otras formaciones.

En el plano económico, Iñigo Urkullu dibujó un panorama alentador, con una Euskadi que ha crecido ya cuatro trimestres seguidos. “La previsión este año es crecer el 6,7% y el que viene el 6,4%. Se está creando empleo y vamos a reducir el paro por debajo del 10%”, aseguró, antes de destacar los planes con los que cuenta la CAV para la recuperación económica: “Tenemos el Programa Berpiztu, Euskadi Next y los fondos europeos”. Por todo ello, cree que salir de la crisis a corto plazo es un objetivo asumible. “Si remamos juntos tenemos la oportunidad de salir reforzados”, remató.

Respecto a la situación sanitaria vivida por el coronavirus, Urkullu realizó un ejercicio de reflexión y autocrítica en algunas de las decisiones adoptadas al comienzo de la pandemia: “Hemos cometido errores, especialmente en los primeros meses y en el confinamiento, en momentos de máxima incertidumbre y turbulencia global”.

En cualquier caso, el lehendakari cree que el balance en la gestión ha sido bueno y “llegará el momento de comparar las medidas de Euskadi, del resto del Estado y de otros países”. Asimismo, cargó contra quienes cuestionaron todas las decisiones adoptadas por el Gobierno Vasco: “Se nos apelaba a la mano dura y al mismo tiempo se nos criticaba y se nos critica por represores”. En ese sentido, reconoció que ha sido difícil mantener un equilibrio entre salud y economía. “Hemos tratado de preservar la salud pública y mantener, en la medida de lo posible, la actividad social, educativa, cultural, económica, comercial o del empleo. Hemos recibido críticas, se han cuestionado las decisiones, pero hemos mantenido ese equilibrio”, argumentó Urkullu.

Por último, Iñigo Urkullu quiso poner en valor el autogobierno como herramienta que se ha demostrado válida y útil en los meses de la pandemia. Por ello, realizó una firme defensa de la necesidad de renovarlo, “de reclamar lo que por ley nos corresponde” y de plantear “un nuevo estatus de futuro para una nueva generación”. Así, frente a quienes “han pretendido utilizar la pandemia para uniformizar y recentralizar”, el lehendakari apuesta por un nuevo Estatuto que recoja la modernización de “esa forma de relación singular y bilateral que simbolizan nuestros derechos históricos”.

“Hemos tratado de preservar la salud pública y mantener, en la medida de lo posible, la actividad económica”

“El nuevo Estatuto debe recoger la relación singular y bilateral de los derechos históricos”

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