- Si bien la mesa de diálogo entre los gobiernos español y catalán se reactivó con turbulencias por la ausencia de dirigentes de JxCat en la misma, la tensión generada por la detención y posterior puesta en libertad de Carles Puigdemont ha amenazado por hacerla naufragar de forma definitiva. Pero los dos actores actuales de este foro, el Gobierno español y ERC, se han afanado en mantener su vigencia. Así lo aseguró el presidente español, Pedro Sánchez, y lo reiteró ayer el líder de los republicanos catalanes, Oriol Junqueras, que instó a seguir trabajando en la mesa de forma “franca y clara”.

En una entrevista en el canal 3/24, advirtió de que “si el Estado no aprovecha esta mesa, cuanto más en evidencia quede a ojos de los que toman decisiones en el ámbito judicial será mejor para nosotros”. Junqueras añadió que si Moncloa “no sabe tomar decisiones que cambien la política represiva que utilizan algunos aparatos del Estado”, más razones acumula el independentismo a la hora de legitimizarse frente a la comunidad internacional.

También desde ERC, su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, admitió que llegó a ver la mesa de diálogo “en peligro” por la detención del expresident. Pero añadió que “no hay alternativa a detener la represión mediante el diálogo, la negociación, la política”.

En declaraciones a Catalunya Ràdio, grabadas el viernes al mediodía cuando Puigdemont aún seguía detenido, dijo que “hay mucha gente dispuesta a reventar este escenario” de negociación, por lo que opinó que “hay que proteger, aislar y reivindicar más que nunca” la mesa de diálogo.