Pedro Sánchez ha acusado este miércoles al líder del PP, Pablo Casado, de ser desleal no solo con el Ejecutivo, sino con los intereses generales del Estado por hacer oposición e intentar derribar a su gabinete utilizando la crisis con Marruecos.

Sánchez y Casado han protagonizado un cara a cara sobre la avalancha de inmigrantes irregulares que lograron entrar en Ceuta desde Marruecos en la sesión de control al Gobierno del pleno del Congreso. Aunque la pregunta inicial del líder del PP se refería a la negativa del Gobierno para aprobar un plan B jurídico tras el fin del estado de alarma, el debate se ha centrado en la crisis con Marruecos.

Casado ha reiterado que el Ejecutivo tiene el apoyo de su partido para garantizar la integridad territorial de las fronteras españolas, pero a renglón seguido ha lamentado que lo ocurrido sea "la crónica de una crisis anunciada" debido a los errores diplomáticos del Gobierno.

Entre ellos ha citado romper la tradición de iniciar en Marruecos su agenda exterior como presidente, no reaccionar a la ocupación de aguas de Canarias ni a la posición del expresidente de Estados Unidos Donald Trump sobre el Sahara, y ocultar la llegada a España con documentación falsa del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.

Por todo ello ha pedido a Sánchez que rectifique, al tiempo que ha asegurado que "el caos" del Gobierno es la mayor debilidad de España en el exterior.

"Ha demostrado que le queda grande el Gobierno. No ha sabido gestionar ni la crisis sanitaria, ni la crisis económica, ni la crisis territorial, ni la crisis internacional", ha añadido antes de asegurar que hay más lealtad en la oposición que en el Consejo de Ministros.

Una intervención tras la que Sánchez ha pedido a Casado que aclare si realmente apoya o no al Ejecutivo ante la crisis con Marruecos, ya que sus palabras cree que demuestran que utiliza cualquier calamidad como la pandemia de coronavirus o "el desafío de un tercer país" para tratar de derribar al Gobierno.

Pero ha advertido de que no lo va a lograr y ha acusado al PP de ser desleal no solo con el Ejecutivo, sino con los intereses generales del Estado."Queremos saber de qué lado está la oposición, si del interés general o de los intereses partidistas", ha insistido el presidente del Gobierno, tras lo que Casado le ha respondido: "La deslealtad en política exterior es usted".

Sánchez ha reiterado que el Ejecutivo defenderá la integridad territorial del país, ha lamentado que la derecha no acepte que la izquierda gobierne y ha asegurado que el PP no tiene ningún plan salvo utilizar todo para intentar derribar al Gobierno.

El líder del PP ha advertido de que Sánchez no puede apoyar al Ejército mientras sus socios de Bildu piden sacarlo de Ceuta ni puede defender la integración territorial en Melilla mientras negocia la autodeterminación de Cataluña con ERC.

"No puede vender humo para el 2050 cuando es incapaz de solucionar este desastre en 2021", ha añadido en referencia al plan que presentará esta semana Sánchez sobre los desafíos para ese horizonte temporal.

Casado ha pedido al presidente del Gobierno que sea humilde y se deje ayudar, y ha insistido en rechazar la acusación de deslealtad asegurando que para su partido lo único que importa es España.

Fuentes del PP han reprochado posteriormente a Sánchez que no haya escuchado el ofrecimiento de ayuda de Casado y se haya limitado a atacarle con una respuesta que tenía ya preparada.

En la misma línea que Sánchez, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha acusado al PP de haber decidido "estar contra su país", tras ser criticada por la popular Cuca Gamarra, por el "rapapolvo" del Tribunal Constitucional, que anuló los nombramientos, vía decreto ley, del ex vicepresidente segundo Pablo Iglesias y del jefe de gabinete de Sánchez, Iván Redondo, en el CNI.

Calvo ha asegurado que "la memoria es cruel para quienes hacen filibusterismo inútil" y ha defendido que 38 de los 43 reales decretos ley aprobados por el Ejecutivo han sido para hacer frente a la pandemia, mientras que el expresidente Mariano Rajoy aprobó una treintena sin llevarlos a la Cámara baja.

El PP ha reprochado al Gobierno ir "a un real decreto ley por semana" y ha avisado que recurrirá "todos sus excesos".