- Cayetana Álvarez de Toledo cruzó ayer todas las líneas rojas al acusar al vicepresidente segundo del Gobierno español, Pablo Iglesias, de ser "el hijo de un terrorista", algo que el aludido consideró un "delito", por lo que pedirá a su padre que ejerza las "acciones oportunas". El enfrentamiento entre ambos se produjo durante una interpelación en la sesión de control en la que la portavoz del PP en el Congreso replicó a la denominación de "marquesa" que reiteradamente le ha dado el líder de Unidas Podemos, afirmando: "Usted es el hijo de un terrorista. A esa aristocracia pertenece: la del crimen político". La propia presidenta de la Cámara baja, Meritxell Batet, reclamó a Álvarez de Toledo que retirara estas palabras del diario de sesiones, a lo que ella se limitó a responder que el padre de Iglesias "era militante del FRAP", el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota, y por ello las mantuvo. Sin embargo, Batet sí las retiró ante el rechazo de la portavoz de los populares y las protestas desde las bancadas del PP.

Iglesias advirtió a la "señora marquesa" que ni llamando terrorista a su padre va a conseguir provocarlo y hacerle perder la compostura y la acusó de "cometer un delito en esta tribuna", algo que solo alguien con títulos nobiliarios es capaz de creer que le puede "salir gratis". Así culminó un duro cruce de acusaciones que inició Álvarez de Toledo calificando a Iglesias de "embajador de ETA y Batasuna en el Gobierno" y "burro de Troya de la democracia", además de "discípulo de los ayatolás de Irán", "proahijado de Chavez y Maduro" o "prima de riesgo española". A través de Twitter, la madre de Pablo Iglesias, María Luisa Turrión, destacó que "ser hijo y compañera de Javier Iglesias es un honor" porque "fue y es un hombre de bien" y un "luchador contra cualquier forma de fascismo".

La actitud de la portavoz del PP llevó a Iglesias a dirigirse directamente al líder popular, Pablo Casado, porque cree que no es un estilo personal sino del partido, que ha decidido "colocarse en la ultraderecha", por lo que le pidió que "consulte con la almohada", que reflexione y "no haga el camino inverso" al que realizó el fundador del PP, Manuel Fraga, al pasar de ministro franquista a crear uno de los partidos más importantes de la democracia, porque volver a esas posiciones de origen será "muy perjudicial" no solo para los populares, sino para toda España. Álvarez de Toledo le había dicho a Iglesias que el país no necesita "caudillitos carismáticos que tutelen a los españoles como menores de edad", además de acusarlo de "utilizar la pandemia para hacer avanzar su proyecto de fracaso constitucional".

En este clima de reproches, el presidente español, Pedro Sánchez, trató de reconducir su relación con ERC después de que el portavoz republicano, Gabriel Rufián, le alertara del peligro que representa "dar aire a la derecha", como considera que ha hecho el Ejecutivo español pactando con Ciudadanos las últimas prórrogas del estado de alarma. El líder del PSOE le contestó reafirmando su compromiso de reactivar la mesa de diálogo sobre el conflicto catalán pactada con ERC y reivindicando la respuesta "progresista" que su Gobierno está dando a la crisis por el virus, "muy diferente de la que dio el PP" en la última crisis financiera.

"Es usted el embajador de ETA en el Gobierno, el burro de Troya de la democracia"

Portavoz del PP