donostia - El ertzaina acusado de golpear a la senadora de Amaiur Amalur Mendizabal en unos incidentes registrados en Hernani en 2013 reconoció ayer haber utilizado la defensa policial en ese operativo, aunque no contra la demandante, sino contra personas que estaban “comprometiendo la seguridad”.

La Audiencia de Gipuzkoa celebró ayer la primera sesión del juicio por este suceso, en el que el agente se enfrenta a peticiones de dos años de cárcel y otros dos de suspensión por parte de fiscal y de la acusación particular, ejercida por Mendizabal, que fue senadora de 2011 a 2015, y que resultó herida y tuvieron darle ocho puntos de sutura.

Los hechos tuvieron lugar hacia las once de la noche del 30 de septiembre durante el registro de la sede del colectivo Herrira en Hernani, que desarrolló la Guardia Civil.

El procesado explicó que al lugar se habían desplazado efectivos de la Er-tzaintza para establecer un cordón que permitiera a los miembros del instituto armado llevar a cabo su labor con “garantías de seguridad”.

Grupos que se oponían a esa operación se concentraron a lo largo del día en la zona, uno de los cuales se encontraba en la calle Nagusia y otro en la perpendicular Urbieta, en la confluencia de ambas con la plaza Berria.

El policía declaró que él se hallaba en la línea de seguridad de la calle Urbieta, que frente a él había una persona con poco pelo y de alrededor de 1,90 metros y que la senadora se encontraba unos metros más allá, frente a una agente. Usó su porra, según aseguró, en un momento en el que se produjeron “muchos empujones, mucha desobediencia” y en que los concentrados “intentaron rebasar el cordón policial”, mientras se lanzaban “latas, vasos y mecheros” y “objetos contundentes”

Precisó que eso ocurrió cuando la Guardia Civil estaba sacando a varias personas detenidas de la sede de Herrira. “Nos estaban comiendo el terreno y nos mandaron avanzar”. El ertzaina dijo que él fue el primero en avanzar, que reaccionó con su defensa a un golpe que recibió en su escudo y que utilizó la porra por encima de los hombros, en contra de lo que marcan las ordenanzas de defensa de la Ertzaintza, porque no tenía otra posibilidad de movimientos. “Yo no la toqué”, afirmó el ertzaina en alusión a Mendizabal, que añadió que la demandante estaba “muy alterada” que forcejeó con él cuando trató de levantarla y que luego vio cómo se agachaba para recoger algo en el suelo, tras lo cual observó que sangraba y logró sacarla de ese lugar.

Este versión difiere de las ofrecidas tanto por Mendizabal como por las personas que declararon como testigos, entre ellas la entonces parlamentaria de EH Bildu Lur Etxeberria y el alcalde de Hernani, Luis Intxauspe.

Los tres aseguraron que no se produjo ningún incidente en la calle Urbieta, que la situación era “tranquila” y que “respetaron” el cordón policial, ya que cuando los agentes avanzaron, ellos retrocedieron. - Efe