El barco de rescate Aita Mari ha zarpado este jueves desde el puerto de Sagunto (Valencia) rumbo a su decimoséptima misión humanitaria en el Mediterráneo.

La ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), propietaria de la embarcación, ha anunciado el inicio de esta última misión del año en un comunicado en el que ha explicado que en invierno estas "rutas letales" son menos transitadas, aunque resultan todavía más peligrosas para todas las personas que arriesgan así sus vidas.

Esta organización celebra ahora sus diez años de andadura, durante los cuales el viejo atunero vasco, reconvertido en barco de rescate, ha salvado en el Mediterráneo central a más de 1.500 personas migrantes.

Entorno "más hostil"

A estas hay que sumar las 1.000 personas que salvó en 2017 dentro de la iniciativa Maydayterraneo, junto con la ONG Proe Maid, de Sevilla, y Liveline, de Alemania.

El Aita Mari zarpa ahora hacia una nueva misión en la que, según denuncia SMH, debe hacer frente a un entorno cada vez "más hostil": "decretos como el Piantedosi en Italia y ahora el nuevo marco migratorio europeo buscan obstaculizar el trabajo de las ONG y silenciar a quienes denuncian lo que sucede en el mar", critica.

No obstante, advierte de que el Aita Mari seguirá en el mar mientras haya personas en peligro. "Cada vida importa", subraya la ONG.