El violador en serie de Gipuzkoa ha aceptado este martes un condena a siete años y medio de cárcel por la última de sus seis agresiones sexuales, una violación cometida contra la prima de su mujer mientras la víctima dormía en su domicilio de Ordizia, al que accedió aprovechando que estaba sola en la vivienda.

Éste es el último caso que este hombre, de nacionalidad rumana, tenía pendiente de juicio, después de haber sido condenado previamente por otras cinco agresiones perpetradas en Beasain, Lasarte-Oria, Andoain, Tolosa y Anoeta.

En el juicio celebrado este martes en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, el inculpado se enfrentaba a una petición de catorce años de cárcel por parte de la Fiscalía, solicitud que la acusación particular, que ejerce la letrada Cristina Ramos de la Asociación Clara Campoamor, elevaba hasta los quince años de prisión.

No obstante, durante la vista preliminar, el procesado, que ha comparecido por videoconferencia desde el centro penitenciario de La Moraleja (Palencia) donde cumple condena por los casos anteriores, ha reconocido los hechos y ha llegado a un acuerdo de conformidad con las acusaciones que han accedido así a rebajar sus peticiones de pena.

De esta manera, finalmente el hombre ha sido condenado a siete años y medio de prisión como autor de un delito de agresión sexual, otro de allanamiento de morada, otro contra la intimidad y de un delito leve de lesiones.

Diez años de libertad vigilada

Además, el inculpado deberá abonar distintas multas por un importe total de 2.700 euros, compensar a su víctima con 60.000 euros y permanecer diez años en situación de libertad vigilada una vez sea excarcelado.

Según recoge el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso EFE, los hechos sucedieron sobre las 5.30 horas del 17 de junio de 2017, cuando el hombre entró en el domicilio de una prima de su esposa con una copia de las llaves que había obtenido "sin autorización".

El texto detalla que, "aprovechando que sabía que ella estaba sola" en la casa, accedió a la habitación de la víctima y, "prevaliéndose" de que se encontraba dormida, "anuló su voluntad" con cloroformo.

Una vez que la mujer se quedó inconsciente, el encausado, "con ánimo libidinoso", le quitó la ropa interior y, con la intención de "atentar contra la libertad sexual" de la víctima, la violó, tras lo que la fotografió desnuda.

A consecuencia de la agresión, la mujer sufrió lesiones en la piel por "dermatosis alérgica facial por reacción al cloroformo".

Otros cinco casos

El violador en serie de Gipuzkoa ya ha sido condenado anteriormente por otros cinco casos de agresión sexual que fueron enjuiciados en tres vistas diferentes.

La última de ellas, que precisamente fue la que permitió su captura, tuvo lugar en Beasain el 13 de julio de 2019, cuando según la sentencia, el hombre abordó a su víctima, también de origen rumano y a la que conocía previamente, en el rellano de la escalera del domicilio de la mujer, tras lo que la introdujo en la vivienda y la dejó inconsciente con cloroformo.

Seguidamente la violó, tal y como él mismo admitió durante el juicio, al asumir el peso de las pruebas físicas que lo incriminaban, por lo que fue condenado finalmente a doce años de cárcel.

Además, este mismo hombre recibió una pena de otros nueve años de prisión por una violación cometida en Lasarte-Oria contra una chica a la que anestesió con cloroformo en la calle la madrugada del 1 de enero de 2015.

Más adelante, se le impusieron penas que suman 18 años más por dos agresiones sexuales y una violación cometidas en Andoain y en Tolosa en 2012, y Anoeta en 2013.

"Espray pimienta"

En la primera de ellas, el hombre asaltó a una chica sobre las 5.00 horas del 12 de agosto de 2012, le arrojó a la cara "espray pimienta", la tiró al suelo y se colocó sobre ella "con ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos".

Como la víctima "comenzó a gritar", el inculpado sacó un esparadrapo del bolsillo aunque no llegó a utilizarlo debido a la "actitud apaciguadora" de la víctima, a la que sometió a distintos tocamientos de índole sexual, momento en el que la mujer le dijo que "tenía sida y que usara preservativo", una situación ante la que el hombre finalmente optó por "masturbarse".

Un mes después, sobre las 7.00 horas del 23 de septiembre, abordó en una zona "muy oscura sin iluminación" a una segunda chica que caminaba sola por una carretera de Tolosa, a la que propinó un puñetazo en la mandíbula, "le tapó la boca con la mano", se situó sobre ella y, mientras la mujer se resistía, le tocó "su zona genital".

El último de estos casos ocurrió sobre las 5.00 horas del 22 de septiembre de 2013, cuando el varón aprovechó una situación similar a la anterior para asaltar en Anoeta a otra chica a la que colocó en la boca "un pañuelo humedecido" que desprendía "un fuerte olor" hasta que, a pesar de la fuerte oposición de ella, "perdió la consciencia" y la violó.