El Colegio de Agentes de Aduanas de Irun celebra este 2023 un siglo de historia. Durante este tiempo, el sector, que durante décadas fue el motor económico de Irun, ha ido evolucionando y cambiando de forma significativa. Martín Visiers, actual presidente del Colegio, nos guía a través del pasado y del presente de esta entidad que, cien años después, continúa desempeñando un papel crucial.

Puede resultar una pregunta obvia, pero todavía existe un gran desconocimiento acerca de qué es la Aduana o cuál es su función a día de hoy.

Es cierto que la Aduana ha variado bastante en su función. Inicialmente era el control del paso entre un país y otro en la frontera, era algo que estaba ahí físicamente. Ahora hay aduanas interiores dentro de la Unión Europea, como la de Irun, que lo que realmente hace es una labor recaudatoria de tributos aduaneros específicos y de tributos fiscales. También se realiza una labor de control sobre determinados riesgos que puedan conllevar las mercancías que se importan, así como de que cumplan las leyes de comercio. En este caso, la UE les confiere a las aduanas de cada Estado miembro la potestad para aplicar los reglamentos de seguridad en la introducción de mercancías, de manera que no se puedan importar aquellas que conlleven un riesgo para la salud animal o vegetal, o que estén prohibidas.

¿Y la de los agentes de aduanas?

Los agentes de aduanas no somos funcionarios, somos profesionales liberales y empresas que actuamos como intermediarios entre la aduana y los importadores y exportadores. Realizamos funciones de presentación de declaraciones, les asesoramos sobre cuáles son los regímenes aduaneros que más les pueden interesar, en función de la mercancía y del tráfico que vayan a hacer, advirtiéndoles de cuáles son los riesgos, las normativas que deben cumplir, qué mercancías se pueden importar, cuáles no…

La Aduana se estableció en Irun en 1841, pero el Colegio de Agentes de Aduanas surgió en 1923. ¿Por qué y con qué fin?

Surgió a consecuencia de una nueva normativa que obligaba a los agentes de aduanas que quisieran operar con la Administración a estar colegiados. Es por eso que la mayoría de los colegios son de ese año, aunque muchos ya existían previamente como asociaciones de otro tipo.

Durante este siglo, ¿las funciones del Colegio han evolucionado mucho?

No tanto. Como ya he contado, comenzaron porque los agentes debían estar colegiados y certificar ante la Administración que lo estaban. Pero ya entonces el Colegio tenía una serie de atribuciones y funciones más. Por ejemplo, la función de informar al sector acerca de los cambios que se van produciendo en las normativas. Este trabajo es muy complejo, porque la normativa comunitaria cambia a diario, y nosotros tenemos el privilegio de estar actualizados día a día. Por eso podemos anticiparnos a los problemas que pueda haber a la hora de importar y exportar.

"La normativa comunitaria cambia a diario, y nosotros tenemos el privilegio de estar actualizados día a día"

¿A diario?

Sí. En el Diario Oficial de la Unión Europea se publican todos los días reglamentos que modifican otros reglamentos. Por ejemplo, con la invasión de Rusia en Ucrania se han ido actualizando día a día las restricciones, las medidas de control, las mercancías que no se podían exportar… Y también se han ido incorporando sanciones, nuevas mercancías, empresas que estaban sancionadas, etc. Todo eso requiere actualizar el reglamento base o raíz de la norma. Nosotros recibimos esa información y se la suministramos a todos los colegiados a diario, puesto que es una información totalmente imprescindible para ejercer la profesión. Esta es una de las principales ventajas de estar colegiado y uno de los mayores éxitos del Colegio.

¿Qué otros hitos destacaría de estos cien años de historia?

La promoción de Zaisa, que ha sido una apuesta increíble, porque aquí se ha constituido el núcleo logístico más importante de la comarca y uno de los más importantes de España, donde se han asentado las empresas de transporte más reconocidas. El Colegio fue desde el principio promotor, accionista e impulsor de la zona aduanera de Zaisa, hasta que esta decidió ser una empresa pública y todos los accionistas privados tuvimos que venderle las acciones. También destacaría que el Instituto Plaiaundi se constituyó por una iniciativa del Colegio, ya que existía una gran demanda de formación específica para el sector. Como no había formadores, lo que se hizo desde el Colegio fue promover Plaiaundi, y es uno de los grandes logros formativos.

Sin embargo, llevan tiempo manteniendo que falta personal cualificado en el sector aduanero.

Así es… Tanto que las empresas han tenido que recurrir a personal que no estaba muy formado y formarlos ellos mismos para que puedan atender el negocio. Sin embargo, desde el Colegio hemos conseguido, con ayuda de Ateia y Guitrans, que el Gobierno Vasco realice un estudio sobre las necesidades reales de formación para Comercio Exterior y Transporte que existen en la zona. Así se han dado cuenta de que tenemos este déficit y hemos empezado a solucionarlo. A partir de ahora se ofrecerán más cursos y más formaciones específicas de formación continua, para gente que ya tiene una base. También para iniciación desde cero.

¿Cuál es el plan formativo que debe seguir una persona para convertirse en agente de aduanas?

Quienes no cuentan con una base, deben recurrir a Plaiaundi y realizar el grado superior de Comercio Internacional o de Transporte y Logística. Después, quien desee llegar a ser agente de aduana debe hacer un examen que la Agencia Tributaria convoca cada dos años, que consta de una parte teórica y otra práctica. Pero la aprueba tan solo el 10% de la gente que se presenta.

Así que no es una prueba fácil…

El examen es tan complejo porque la actividad es sumamente compleja.

De hecho, el Colegio ofrece cursos para ayudar a quienes se presentan a ese examen a superarlo, ¿verdad?

Sí. Son cursos de formación avanzada de representación aduanera y comercio internacional, que se dan a través de la UNED y la Fundación ASMOZ, en los que participamos la Universidad de Mondragón, Plaiaundi y el Colegio. Nosotros aportamos profesorado y hemos establecido la estructura del curso, que está homologado por la Agencia Tributaria. De esta manera, quienes lo hagan estarán exentos de realizar la prueba teórica en el examen de la Agencia Tributaria.

La actividad aduanera fue durante décadas el principal motor económico de Irun. ¿Cómo fue la crisis que en 1993 provocó el acuerdo de Schengen en este sector?

Pasamos de ser 105 empresas a 25. Fue una crisis escalonada, primero fueron los países de la Unión Europea, con los que perdimos prácticamente un 90% de actividad, que es muchísima. Sin embargo, luego se recuperó algo, porque se fue incrementando de manera natural el mercado con los países del Este que habían pertenecido a la antigua Unión Soviética y que nos dieron bastante vida durante algunos años. Pero al final acabaron entrando también en la UE. Por ejemplo, la entrada de Polonia, Checoslovaquia y Hungría fue una debacle para nosotros.

Fue un importante golpe que obligó a muchas empresas a replantearse el futuro. ¿Cómo han sobrevivido las que todavía continúan operando?

Muchas han aprovechado los tráficos crecientes con los países que pertenecieron a la Unión Soviética y los incrementos de tráfico importantes que ha habido con Turquía. Hay que pensar, además, que Suiza y Noruega siguen siendo países con los que hay muchísimo comercio. Todo ello sin perder de vista que ha habido mucha gente que se ha jubilado y en su empresa no ha habido relevo generacional, por lo que esos tráficos han sido absorbidos por otros. También ha habido una reconversión hacia el transporte; muchas agencias de aduanas comenzaron a asumir actividad propia del transporte.

Y, ¿cuál es la situación actual?

Actualmente hay 22 empresas colegiadas y algunas otras que no lo están.

"Por Irun pasan todos los días una media de 1.200 camiones con destino a Reino Unido"

Empresas que seguramente se han beneficiado del ‘Brexit’, ¿verdad?

Sin duda el Brexit ha sido un revulsivo y ha supuesto una oportunidad para recuperar mucha actividad que se había perdido. Creo que la actividad se ha incrementado, de media, más de un 30%. Desde empresas a las que no les ha afectado prácticamente hasta otras que han multiplicado por tres su trabajo. Hay que tener en cuenta que por Irun pasan todos los días una media de 1.200 camiones con destino a Reino Unido.

De hecho, ese tránsito de camiones provoca a menudo importantes retenciones de tráfico en el entorno de Zaisa. ¿Se está trabajando para solucionar esta problemática?

Sí. El Colegio, Ateia y Guitrans nos hemos reunido con el Ayuntamiento para tratar de resolver el problema de los atascos de los lunes, que estaba afectando a todo el tráfico que viene de Navarra y a todas las personas que querían entrar en Zaisa para actividades que no tienen nada que ver con la Aduana. El problema surge porque el parking de la Aduana, cuyo aforo es muy pequeño, se colapsa, y los camiones deben esperar en la carretera. Pero en breve Zaisa ofrecerá plazas adicionales para quienes vengan a la Aduana. Será como una antesala y funcionará por turnos.

¿Cuándo está previsto que entre en vigor esta medida?

Dentro de poco, en cuanto se termine el sistema de señalización que servirá para establecer los turnos.

Volviendo a la situación actual, el ‘Brexit’ ha supuesto una buena noticia, pero también hay otras medidas, como la entrada en vigor del Despacho Centralizado Nacional, que ha podido perjudicar a las empresas, ¿no es así?

El despacho centralizado es una simplificación aduanera que permite a las empresas con certificación OEA presentar en su aduana declaraciones de mercancías que se encuentran físicamente en otro recinto aduanero, en el ámbito nacional. Esto permite que representantes aduaneros de otras plazas despachen mercancías que están en la aduana de Irun. Es una ventaja, pero también un hándicap.

¿Cuáles son los retos a los que actualmente se enfrentan el Colegio y el sector?

La adaptación a las normativas medioambientales que vienen desde Bruselas y que pretenden que se controlen desde la Aduana, en lo que se refiere a las mercancías que se quieren importar. Es uno de los retos que tenemos por delante y que además hace referencia a la actualización diaria de la información, porque están saliendo modificaciones constantemente. El segundo reto que tenemos está relacionado con el nuevo Código Aduanero que quiere sacar adelante la UE, puesto que ello implicará adaptarse a la nueva normativa, formar a los agentes, etc.

¿Qué futuro prevé para la Aduana en Irun?

Nosotros somos optimistas, sobre todo después del Brexit, que ha supuesto un incremento sustancial de los tráficos y que nos ha llenado de alegría. Hemos tenido que contratar personal, las empresas han crecido… Además, esperamos seguir teniendo esta posición importante dentro de la cadena logística, de manera que podamos seguir asesorando a todos los importadores y exportadores y cumpliendo esa misión informativa, que para nosotros es primordial.