"¡Payaso!" o "¡Vaya circo!" son solo algunas de las frases que se utilizan para insultar o llamar la atención ante estupideces o barbaridades, batalla perdida para la gente del circo que reivindica su buen uso aprovechando que este sábado es el Día Internacional del Circo.

"Ahí seguimos los payasos valientes asumiendo que nos insultan sin ninguna razón", ha dicho a Efe la payasa Pepa Plana, (Valls, Tarragona 1965), Premio Nacional de Circo 2022.

Como cada año, el tercer sábado de abril, se celebra el Día Internacional del Circo y este año desde la Unión de Profesionales y Amigos de las Artes Circenses (UPAAC) quieren reivindicar el buen uso de la palabra circo.

"El circo es una maquina perfectamente engranada donde cientos de personas coordinadas son capaces de mover semanalmente una ciudad con una precisión y eficacia a la altura de sus arriesgados ejercicios circenses".

"Siempre es bueno reivindicar este magnífico arte en el que todo lo imposible se puede hacer posible", añade Plana quien denuncia el uso indebido de las palabras circo y también payaso.

"Cuando oigo frases como 'qué payasa' o 'el payaso este' para referirse a alguien que hace estupideces o barbaridades, siento lástima por ellos", explica la artista.

"Con los insultos tan preciosos que existen en nuestro idioma y todos los matices que tienen no puedo entender que se recurra a esas palabras", añade Plana, quien asegura que "insultar así denota mala educación y una falta de vocabulario enorme".

Los políticos también echan mano de estas palabras para desacreditar a sus oponentes, "y eso es aún es peor", añade Plana quien exclama entre risas: "¡ojalá que el Congreso de los Diputados fuera un circo".

"El circo es cultura y la cultura denota la salud mental de una sociedad", argumenta Plana que considera que es necesaria una mayor inversión en cultura para generar una sociedad saludable.

"Es más barato invertir en cultura que en sanidad, y además está probado que si la gente socializa, es decir va a ver una obra de teatro, disfruta de una tarde en el circo o en un concierto, es más feliz y no tiene que tomar pastillas", dice Plana.

A las mujeres les cuesta entrar en el circo tradicional

En este día Internacional del Circo, Plana también quiere reivindicar la figura de la mujer en el circo. "A las mujeres nos cuesta más entrar en el circo tradicional", asegura Plana, pionera en poner a la mujer en el foco de la creación circense y especialmente en el ámbito del payaso.

"Si tuviera que trabajar en carpas de circo, me hubiera muerto de hambre siendo mujer payasa", añade la artista que lleva más de 25 años siendo payasa teatral.

"El circo no es machista", aclara, para recordar que históricamente las mujeres han trabajo encima de un elefante o haciendo acrobacias.

"Las mujeres en el circo han sido y son imprescindibles, muchas figuras acrobáticas no se podrían realizar sin la agilidad y la gracia femenina".

"En el histórico circense no hay referencias de mujeres payasas. No hay abuelas ni madres payasas, antes se impedía ser payaso a una mujer", subraya la artista.

"Las primeras augustas aparecen en los años 70 y empiezan asumiendo el rol masculino. Salían a escena cuando el 'clown' cara blanca enfermaba, eso sí vestidas de hombre, sin nariz roja y sin denotar su feminidad", explica Plana.

"Hoy, afortunadamente, las cosas están cambiando, hay mujeres que hacen trabajos muy originales desde una verdad artística muy profunda", concluye Plana.