donostia. Personal de Osakidetza, del departamento de Justicia y ertzainas volvieron ayer a llenar de ilusión a los niños y niñas ingresados en las distintas unidades del Hospital Universitario Donostia. Sobre sus motos engalanadas con una iluminación muy navideña y tras haber llevado a cabo una recogida previa de juguetes, estos singulares pajes vivieron también una jornada muy emotiva. Y es que una de las moteras que puso en marcha esta iniciativa hace algunos años y que trabajaba en el centro, Arantza Corcuera, falleció el pasado 21 de diciembre. Por este motivo, las cerca de 20 personas que participaron esta singular cabalgata vivieron una experiencia agridulce, entre la alegría y el homenaje. Foto: Gorka Estrada