las brujas y los conjuros hicieron acto de presencia este fin de semana en la 26ª etapa de Bidea 2016, que el sábado partió de Sara hasta Zugarramurdi, en una jornada que, pese a la intensa lluvia, no decepcionó a ninguno de los 240 participantes que se dejaron atrapar por la magia de esta etapa.
La jornada tuvo tanto éxito que hubo que aumentar el número de asistentes para que todos ellos pudieran llegar a Sara.
La etapa, que por primera vez se celebró en sábado y en horario de tarde, comenzó a las 17.00 horas, donde el grupo se dio cita en Sara. Allí, los excursionistas participaron en una pequeña concentración, para lanzar un conjuro invocando a las fuerzas de la naturaleza para contar con una buena experiencia en el camino.
Así comenzaron y a mitad de camino se toparon con las sorginas, que se encontraban recopilando hierbas y otros elementos en el bosque necesarios para sus conjuros.
Estas mujeres contaron qué buscaban y cómo preparaban sus pócimas. Además, prepararon una tisana para todos los caminantes y también ofrececieron un licor de mandrágora.
Los montañeros, con esta parada vigorizante y tisana en mano, que ayudó a entrar en calor, continuaron el camino.
La tercera intervención corrió a manos del inquisidor muy cerca de las cuevas de Zugaramurdi, quien alertó a los participantes de las malas compañías de las brujas. En este clima, se llegó a las cuevas de noche y allí comenzó la representación con las brujas, música, fuegos artificiales y bengalas? Las brujas llegaron a la catarsis tras hacer caso omiso a las amenazas del inquisidor, que dio todo tipo de detalles de las torturas a las que se exponían si osaban a celebrar el aquelarre.
El espectáculo hizo las delicias de los asistentes de esta especial etapa 26, que regresaron bien entrada la noche a sus casas tras una experiencia única en un entorno espectacular junto con las brujas en las cuevas de Zugaramurdi. - N.G.