Dos de los temas más en boga en los últimos años, el de la salud mental y el de los cuidados, toman el arranque de la 73ª edición del Zinemaldia con 27 noches, la cinta que inaugura el festival y que supone también toda una declaración de intenciones del propio certamen donostiarra en favor del cine argentino en un momento crítico para su industria.
“Estamos honrados de estar aquí y más dadas las circunstancias de nuestro país”, ha revelado este viernes Santiago Mitre, productor de una cinta que dirige y protagoniza el uruguayo Daniel Hendler en torno a una octogenaria millonaria que es internada durante 27 días en una clínica psiquiátrica por sus hijas y en contra de su voluntad. “Uno de los mayores desafíos que tenemos es determinar qué es salud y qué no porque cada vez más personas se quedan fuera de la sociedad, excluidas. La protagonista –interpretada por Marilú Marini– cree que tiene el derecho de romper las normas en cuanto a su salud mental”, ha explicado Hendler, quien interpreta a un perito que debe investigar si esta mujer se encuentra realmente enferma o no.
La película, producida por Netflix, parte de una novela escrita por Natalia Zito y tiene como inspiración varios casos reales en Argentina. “En los cuidados hay algo de sistema de control en que se ponga siempre el foco en quién cuida. Esta historia, en cambio, nos permite hablar de los que se quedan fuera y de entender a alguien que quiere vivir la libertad hasta el último momento”, ha indicado el director, al tiempo que la productora Agustina Llambí ha asegurado que “el cuidado nunca puede ser un ejercicio de poder”.
Hendler, que presentó sus dos anteriores películas en la sección Cine en Construcción del Zinemaldia, apuesta por narrar esta historia en clave detectivesca y sin hacer ascos a la comedia. “En la primera versión del guion ya había algo de thriller que me gustó y decidimos mantenerlo como una investigación con humor”, ha revelado el director para quien esta investigación que lleva a cabo el perito que interpreta le permite “hablar de la vejez y la juventud al mismo tiempo” y “plantea preguntas como cuál es la verdadera familia, ya que la protagonista elige a otra antes que a sus hijas”.
Duelos interpretativos
Una de estas hijas la interpreta la actriz Carla Peterson, que también se ha desplazado a Donostia para presentar la película, y que mantiene “un duelo interpretativo” con su madre en la ficción. “Traté de no enjuiciar al personaje porque toma decisiones que yo no haría. Comete errores, pero es una persona fuerte y responsable que seguramente tomó las riendas tras la muerte del padre”, ha explicado sobre su personaje.
La veterana Marilú Marini, que no ha podido acudir al estreno al encontrarse interpretando una obra de teatro en París, ha sido “un regalo” para el director del filme, que no ha dudado en describirla como “una actriz y una persona excepcional”. “La admiro mucho y constantemente busca capas de profundidad en su personaje”, ha señalado.
Hendler, por su parte, debió de compaginar su labor como director con la de actor en el rodaje, algo que pudo llevar a cabo gracias a su equipo de producción y a minimonitores que guardaba encima. “Que dirigiera y actuará a la vez fue un riesgo de los productores que decidí aceptar y que era algo novedoso para mí. Ha sido una experiencia excepcional”, ha reconocido este cineasta, que presenta una segunda película como director en el Zinemaldia, Un cabo suelto, que se podrá ver en la sección Horizontes Latinos.