El límite entre la realidad y la ficción se encuentra siempre en aquel que la firma. Es decir, no existe más verdad objetiva que la que ha sido editada. Alberto San Juan (en la imagen) no da vida a Cristóbal Balenciaga; es más preciso decir que interpreta a un Cristóbal Balenciaga, aquel que han hecho suyo los Moriarti que, además de investigar, han tenido que fabular sobre un personaje de lo más reservado. Y es que fabular es, muchas veces, la única manera de llegar a la verdad más pura.

Alberto San Juan Juan Herrero