A sus 79 años, el director canadiense “solo piensa en seguir” tras su última película, Crímenes del futuro. Lo hace además impulsado por el reconocimiento del Zinemaldia y asegurando que el cambio producido por las plataformas en la industria es algo interesante para los creadores.

Cuando comenzó en ese Nueva York ‘underground’ de los 60, ¿imaginaba que podría conectar algún día con tantos espectadores? 

Por aquel entonces no estaba pensando en eso. Yo no creía que iba a ser cineasta, sino escritor, como lo era mi padre. No me imaginaba que la maquinaria del cine pudiera ser algo accesible para mí. Vivía en Toronto y allí no se hacían las películas. Mi vida no era como la de Spielberg, que vivía en Hollywood y su padre y su madre estaban en la industria. A mí solo me gustaba jugar con la idea del montaje porque me encantaba la tecnología, así que respondiendo a tu pregunta, no, nunca lo pensé.

En este tiempo, el cine de género se ha transformado mucho. ¿Cómo lo ve hoy en día?

Es interesante, porque yo escribí el guion de Crímenes del futuro hace veinte años. Cuando mi productor me dijo que iban a intentar sacar la película de nuevo pensé que había cambiado tanto la tecnología que no iba a ser relevante para los tiempos modernos. Él me dijo que volviera a leerlo porque era más relevante que nunca. Lo hice y tenía razón. Por algún motivo había imaginado cosas que hoy en día se sostienen. Hay un proverbio francés que dice que cuanto más cambian las cosas, más se parecen. No me considero en absoluto un profeta ni creo sinceramente que esa sea la función del arte, solo trato de inventar relatos para intentar explicar el mundo a mí mismo. Si el espectador participa en ese viaje, estaré encantado. En ciertos asuntos, como con la película Videodrome, he acertado, pero realmente eso nunca ha sido lo que me ha preocupado cuando he hecho una película.

¿Es más difícil que nunca provocar al espectador?

Nunca he querido provocar ni perturbar al público. Solo trato de entregarles una conversación. Cuando hago una película no estoy pensando en sorprender en el mal sentido. Si sucede, es legítimo, pero en ningún caso propuesto. Lo más importante es valorar si lo que se dice es interesante o no. El guion de esta película es un ejemplo de ello. En veinte años no se ha cambiado ni una sola coma y el mundo lo ha hecho por completo.

Sobrevuela en el ambiente cierta censura o incluso autocensura que limita a los creadores. ¿Cree que hemos reprimido instintos?

Siempre ha habido una presión detrás de las películas, ya sea por las expectativas, por los productores, por los grandes estudios, por el gobierno o por el público. Lo que ha cambiado es que la censura ahora tiene una forma de masa, que se debe a las redes sociales, y pueden cancelarte una serie o una película solo por un comentario mal hecho fuera de lugar. Siento que hay otro tipo de censura. Tu muerte como artista es cuando, por miedo a ofender o a perturbar a alguien, dejas de hacer lo que quieres hacer. Es algo que me recuerda a la Unión Soviética, cuando dejaban de decir lo que pensaban por miedo. Como artista hay que resistir y, en el caso de que llegue un futuro más subversivo, siempre tendremos la tecnología para seguir resistiendo.

"No me considero en absoluto un profeta ni creo sinceramente que esa sea la función del arte, solo trato de inventar relatos para intentar explicar el mundo a mí mismo"

¿Es pesimista sobre la evolución de la humanidad?

No soy pesimista. De hecho, me fascina el malentendido general que existe con respecto a la teoría de Darwin pensando que estamos evolucionando constantemente a un ser superior. Hay cierta creencia religiosa en creer que empezamos como animales, evolucionamos como seres humanos y terminaremos como ángeles superiores. La teoría de Darwin va más hacia una lucha de supervivencia que no necesariamente nos mejora. Nuestros cuerpos son distintos a los de hace 200 años y el sistema neurológico ha cambiado, pero no creo que nos estemos convirtiendo en criaturas superiores.

Y en lo que se refiere al futuro del cine de autor, ¿es pesimista o ve que puede tener espacio entre tantas plataformas y películas de superhéroes?

Tampoco lo soy. Mi hijo es director y mi hija pequeña, que es fotógrafa, va a dirigir su primera película. Mis nietos incluso son autores a su manera. Creo que el impulso del ser humano siempre va a estar ahí y habrá gente con sensibilidad hacia el arte y la creatividad. Es algo que forma parte del ser humano. La idea del cine tal y como la hemos conocido hasta ahora, de todos juntos en una sala, ya se ha terminado. Solo los festivales seguirán siendo el espacio que ofrezca esta posibilidad. O las salas comerciales gigantes con estrenos de superhéroes. Pero tampoco me parece mal que las películas pasen a verse en casa o a través de un reloj. Creo que es algo interesante. 

"Nuestros cuerpos son distintos a los de hace 200 años y el sistema neurológico ha cambiado, pero no creo que nos estemos convirtiendo en criaturas superiores"

¿Qué cine le interesa hoy en día?

Lo que más veo son series de detectives en streaming, con protagonistas que curiosamente siempre son mujeres guapas, que visten de cuero y conducen motocicletas (risas). No veo películas de género ni de ciencia ficción. Quizás se deba a que mi cerebro necesita descansar. 

¿Qué ha supuesto para usted recibir un reconocimiento como este?

Cuando me lo dijeron, lo primero que hice fue hablar con Viggo Mortensen, porque a él le entregaron el mismo premio hace dos años. Para mí es como un hermano, así que me encantó llamarle para decirle que íbamos a compartir galardón. La primera vez que me dieron un premio por toda mi carrera reflexioné sobre si ya se acababa todo, que como lo había hecho bien me daban un premio y ya me podía ir. Estaba confuso sobre cómo tomármelo, pero después me di cuenta de que era una forma de animarme para seguir haciendo mi cine.

¿Le queda algo por experimentar? 

Esta nueva película es una continuación de lo que ya he hecho, pero, a medida que ha ido cambiando mi vida, he seguido encontrando otros relatos, temas y emociones que he visto que encajaban en una película que podría hacer. Yo solo pienso en seguir.