Pasapalabra, La voz, La ruleta de la suerte, La cocina de Karlos Arguiñano o ¿Quién quiere ser millonario? son veteranos programas de éxito que dan audiencias gigantescas a Antena 3, pero que hubo un tiempo que no se podían ver en esta cadena porque estaban en la competencia, Tele 5. Tanto es así que Antena 3, que renunció a hablar de cotilleos, los retomó en cuanto Tele 5 quitó Sálvame y se nutrió de buena parte de su equipo, que hoy acompañan a Susanna Griso en el último tramo de Espejo público y con Sonsoles haciendo lo mismo por la tarde.
El éxito de Antena 3 se sostiene sobre los viejos formatos que Tele 5 no supo retener, mientras que el camino en el desierto de Mediaset se debe a haber dejado escapar sus éxitos e intentar sustituirlos con programas que la competencia dio por muertos y, efectivamente, estaban muertos: Alta tensión, ¡Boom!, Me resbala, El diario de Jorge (de Patricia), Hay una cosa que te quiero decir (Tengo una carta para ti), que se vieron antes en la competencia son algunos ejemplos, sin olvidar otros como El precio justo, El rival más débil o Bailando con las estrellas (TVE), que fracasaron en su resurrección telecinquera, aunque a este último todavía le espera una tercera vida en el persistente canal al que tampoco le ha funcionado resucitar sus muertos propios como Caiga quien caiga, Allá tú o Factor X.
Antena 3 y Tele 5 son un oligopolio televisivo que intercambia sus programas como cromos valiéndose del más vale malo conocido... sin haber sabido poner en pie en la última década apenas nada por conocer que haya merecido la pena. Así, Antena 3 se disfraza de Tele 5 y la nueva Tele 5 sobrevive de los viejos Gran Hermano, Supervivientes y La isla de las tentaciones (Confianza ciega). Continúa la partida con las mismas cartas y AR, otra vez por la mañana. La tele pretende avanzar al futuro con la marcha atrás puesta.