Los Premios Feroz, los Globos de Oro de Hacendado según el chiste de la propia gala, los hemos podido ver este año por primera vez en La 2, la cadena de mayor audiencia, según otro chiste de la gala presentada por La Dani desde Pontevedra al grito de “buenas noches, maricones”.
Solo han hecho falta 12 años para que una tele se interese por estos premios de la prensa del cine y las series en el que, a diferencia de los Goya y otros galardones, los asistentes no ponen cara de seta ni dejan las butacas vacías porque están felizmente reunidos en torno a una mesa con su copita de vino, su chorizo y su jamón.
La gala, que se resolvió en poco más de dos horas, estuvo tan entretenida como acertada en sus denuncias, visualmente espectacular y muy enriquecedora con los comentarios en off de Bop Pop y el siempre incorrecto pero siempre acertado Vigalondo, que animó a los periodistas a decir burradas (con puya a La Vanguardia).
Pero si las gentes del cine lloran en los Goya, los periodistas lloran en los Feroz. Así que María Guerra, presidenta de la asociación de informadores de cine y series que entregan estos premios, aprovechó su turno para contarnos que 220 periodistas integran esta asociación, que solo admite a profesionales que cobran por su trabajo, no a quienes se conforman con una entrada de cine gratis y un canapé y luego suben sus comentarios a las redes sociales.
Pero nos contó, además, que no encuentran relevo porque muchos periodistas lo están dejando porque “no ganan lo suficiente” para vivir.
Por eso, aprovechó la presencia de dos mandamases del Gobierno (la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun), para pedirles una “inspección laboral”, pero de verdad, en el sector de la prensa porque “realmente estamos muy mal”. Aunque me temo que, de hacerla, los 220 se quedan en la mitad o menos.