Los proyectos en los que participa Úrsula Corberó suelen convertirse en un éxito seguro. ‘La casa de papel’ la convirtió en una estrella internacional, y ahora triunfa con su nueva serie, ‘El cuerpo en llamas’, una ficción basada en el conocido como ‘crimen de la Guardia Urbana’ que lleva desde mediados de septiembre entre las series más vistas de Netflix.

Tanto la propia Úrsula como el actor que da vida al otro protagonista de la ficción, Quim Gutiérrez, han destacado en más de una ocasión la dificultad que ha entrañado crear un guion sobre un asesinato tan macabro como el de la Guardia Urbana, y han asegurado que sus papeles en esta fiicción han sido un auténtico reto como actores debido tanto a los exigentes cambios fisícos como a las fuertes interpretaciones sexuales que forman parte de la trama. 

Aun así, ambos han conseguido interpretar sus papeles con una gran precisión y han recibido numerosos elogios por su trabajo, en el que también han encontrado algunas dificultades añadidas a las de la propia interpretación debido a algunos imprevistos durante el rodaje en el que ha habido tiempo hasta para que los protagonistas sufrieran algún pequeño accidente cómo fue el caso de Úrsula Corberó. 

EL ACCIDENTE DE ÚRSULA CORBERÓ POR EL QUE SE PARÓ EL RODAJE

En el podcast ‘The Script’, la actriz ha revelado el incidente que sufrió en mitad de las grabaciones de la serie, en uno de los decorados que recreaban la casa de su personaje, Rosa Peral. 

“Un día que yo estaba muy cansada tenía una escena en la buhardilla, que es la habitación de mi hija. No puedes mirar el móvil, pero como estaba cansada ya empezaba a hacer cosas que no se tenían que hacer”, explicaba la intérprete, cuando de repente llegó “una santa hostia” que se dio en la frente con una viga. 

La propia Úrsula ha confesado que el momento fue tan surrealista como doloroso, lo primero especialmente para el “chico nuevo de sonido” en el que no pudo evitar pensar: “Decía: 'este hombre, que llega el primer día y, en la primera escena que le toca, de repente Úrsula Corberó llega, se pega con una viga en la cabeza y se cae al suelo'”, y destaca que, aunque se le toma con humor fue un momento duro por el que “me tiré hora y media de reloj llorando”, e incluso “tuvieron que parar el rodaje”, aunque finalmente todo se quedó en un susto: “No me salió ni un hematoma, yo siempre digo que estoy diseñada para rodar”.