La Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del festival de Eurovisión, afirmó este martes que continúa revisando las posibles "pautas de voto irregulares" de seis países durante la segunda semifinal del certamen, aunque señaló que necesita tiempo antes de llegar a conclusiones.

"El proceso necesita concluirse antes de que podamos hacer nuevos comentarios", señaló en un breve comunicado la UER, ante las críticas de países como Rumanía, cuyos votos del jurado no fueron tenidos en cuenta durante la final debido a las sospechas de la semifinal.

El domingo la UER indicó que no tuvo en cuenta los votos de los jurados de estos seis países durante la final disputada un día antes, y en lugar de ello calculó sus votos "basándose en los resultados de otros países" con similares votaciones.

Además de Rumanía, los otros países afectados fueron Montenegro, Moldavia, Azerbaiyán, Polonia y San Marino, por sospechas de que pudieron votarse entre sí durante la segunda semifinal. Este lunes, el jurado de la Televisión Rumana aseguró que la UER había cometido una injusticia con estas decisiones, anulando su voto por supuestas irregularidades que según ellos no existieron.

Es poco probable que una revisión de los votos suponga un cambio en el ganador de esta edición, que fue Ucrania con más de 170 puntos de ventaja sobre sus seguidores, pero sí podría alterar posiciones más reñidas, como las de Reino Unido (segunda) y España (tercera), separados en la clasificación final por solo siete puntos.

En la edición de 2019 se produjo una situación similar, en la que los votos de Bielorrusia se calcularon aleatoriamente pero fueron añadidos de forma errónea: en aquella ocasión, una revisión posterior hizo que España perdiera seis puntos, aunque ello no cambió su posición final (22 de 26 participantes). Aquella corrección final, también rodeada de polémica, no afectó tampoco al podio del festival, aunque Suecia pasó de la sexta a la quinta posición, y Macedonia del Norte de la octava a la séptima.