Las obras en la antigua cárcel de Lugo y en las oficinas que albergaron la Policía Local, en la plaza de la Constitución, realizadas dentro del Plan Urban (financiado con fondos europeos, del Ayuntamiento y de la Diputación), para emplazar un centro cultural, pusieron al descubierto una necrópolis romana, "única" en el noroeste peninsular. Así lo señaló el arqueólogo Francisco Hervés, quien explicó que afloraron varias urnas funerarias, una piscina ritual y una especie de columbarios donde se depositarían los huesos. En este cementerio, primero se procedería con el lavado del cadáver y luego con la incineración. El Ayuntamiento de Lugo anunció que abrirá una ventana arqueológica, para lo que se destinarán 34.000 euros.