Los vecinos de una vivienda de un barrio de Ferrol (A Coruña), se encontraron poco antes de irse a dormir a una serpiente de aproximadamente un metro de longitud que se había encaramado al cabecero la cama del dormitorio principal y que tuvo que ser retirada por efectivos de los bomberos de la localidad. El suceso ocurrió en un séptimo piso del número 26 de la calle Armada Española del barrio obrero coruñés de Caranza, aunque se desconoce la procedencia de la serpiente y el motivo de que apareciese en esta vivienda familiar. Según fuentes de los bomberos, la serpiente era un ejemplar de vivos colores y de casi un metro de largura. Cuando llegaron a la vivienda, el animal se había colocado en la cabecera de la cama en el interior del dormitorio del matrimonio y, durante su captura, llegó a morder a uno de los bomberos en una de sus botas, aunque al tratarse de un calzado de seguridad no resultó herido. El reptil fue depositado en las dependencias policiales de la localidad durante la noche, pero más tarde se hizo cargo de él el Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de Oleiros. De momento, fuentes de la Policía Local de Ferrol explicaron que todavía no se ha podido determinar cómo pudo llegar el reptil hasta el dormitorio de la pareja.
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