Madrid. Cuando en enero el copresentador Ángel Martín dijo que se marchaba de Sé lo que hicisteis... (SLQH) "para ver crecer las lechugas", algunos agoreros vaticinaron que el final podía estar cerca. Después, cuando en marzo el consejero delegado de La Sexta, José Miguel Contreras, anunció "un cambio de chapa y pintura" para los espacios emblemáticos de esta cadena, volvieron a sonar los rumores. El lunes pasado, por sorpresa, se anunció la fecha del último programa: era ayer, tras cinco años en antena y dos semanas después de llegar a las mil entregas. Todo el equipo intentó mantener el humor, pero la emoción pudo con algunos de sus componentes, especialmente con Patricia Conde, a la que el llanto le asomó en varios momentos, como cuando aparecieron sus excompañeros Berta Collado, Alberto Casado, Rober Bodegas o Pepe Macías.
La edición 1.010 no fue especialmente brillante ni vitriólica (de hecho, hubo chistes indignos de su trayectoria), pero en todo momento sobrevoló el recuerdo de que se cerraba una etapa y eso, deliberadamente o no, le dio un halo de solemnidad. Tanta, que la presentadora abrió el programa a los sones del himno español y parodiando el escenario de los discursos del Rey en Nochebuena. Fue la ocasión para mencionar la larga lista de rivales a los que han sobrevivido ("dicen que nosotros acabamos con el Tomate") y para recordar los premios conseguidos. Después llegó el detalle más irónico: el estreno de una nueva cabecera para una única tarde, "una cabecera como una estatua de hielo, efímera", aseguró una poética Patricia Conde ya en el sofá y arropada por todo el equipo que en la última etapa ha dado la cara (Jordi Mestre, Paula Prendes, David Guapo, Cristina Pedroche, Dani Mateo y, por supuesto, Miki Nadal).
Durante la escasa hora y cuarto de despedida hubo tiempo para poner vídeos de colegas con buenos deseos, leer tweets y recibir llamadas de famosos. Sin embargo, lo mejor fue la recuperación de algunos desaires y exabruptos que han recibido. Por encima de todos resonó el que les dedicó hace poco el actor Juanjo Puigcorbé: "Sois lo peor". Tampoco se quedaron atrás los periodistas Curry Valenzuela y Federico Jiménez Losantos, ni María Eugenia Yagüe, de la que recuperaron un sarao en el que pregunta si ese día les habían dado libre en el manicomio.
El último SLQH alzó el vuelo con dos sketchs, uno en el que Miki Nadal travestido en Forrest Gump aseguraba que "la tele es como una caja de bombones. Nunca sabes cuándo te van a echar", y otro más metafísico en el que Patricia Conde se preguntaba "a dónde van los programas que se mueren". Una disputa entre Dios y el Diablo dejó el tema en el empate del limbo. Un vídeo con el equipo de detrás de la cámara (los chicos de la cueva) perpetrando Siempre Juntos de Grease fue una concesión al buen rollo que salió realmente desafinada, pero no está demostrado que fuera lo que convirtió los pucheritos de Patricia Conde en lágrimas sin tapujos. Como cierre, su anuncio de que "dentro de tres meses nos volveremos a ver en otro programa", que sirvió de preludio a un sketch final en el que ella misma pasaba el tiempo tirada en el sofá y viendo SLQH. Si hay algo de verdad o no, el tiempo lo dirá. De momento, a esa hora y en esa cadena, el comodín serán reposiciones de El mentalista.