a crisis provocada por el COVID-19 ha golpeado también fuertemente Urola Garaia. La gerente de la agencia de desarrollo Uggasa, Itziar Salaberria, ha hablado acerca de la situación que se vive y las herramientas de las que se dispone para hacer frente a la crisis.

Salaberria recuerda que Urola Garaia es una comarca que ha sufrido en primera persona la destrucción de empleo industrial durante los últimos años. “La crisis que comenzó el año 2008 trajo la destrucción de parte del tejido industrial, debido principalmente al cierre de algunas empresas. Esta situación se vio agravada durante los años 2014-2016, con el cierre de la planta de ArcelorMittal y la deslocalización de grandes empresas tractoras como Sidenor o SFP”, comenta.

Para hacer frente a esta situación, en 2017 los ayuntamientos y la Mancomunidad definieron y consensuaron la Estrategia de Competitividad de Urola Garaia 2018-2021. “Este plan se mantiene vigente en sus retos estratégicos de largo plazo. No obstante, en el corto plazo, la crisis originada por el COVID-19 ha obligado a Uggasa a hacer un paréntesis para hacer frente a las prioridades emergentes: acompañar a las pequeñas y medianas empresas en esta fase de reactivación, orientar y acompañar a las personas desempleadas y a las afectadas por los ERTE, impulsar la economía local y medir en todo momento el pulso del tejido empresarial de la comarca”.

Salaberria añade que el COVID-19 ha provocado un fuerte descenso en el empleo industrial, “debido principalmente a la incertidumbre todavía existente”, y un nivel de desempleo casi un punto por encima de la media de Gipuzkoa. El mes de agosto de este año se contabilizaron 1.472 personas en desempleo: 397 personas desempleadas más que en agosto de 2019. A ello se han de añadir las 164 personas que todavía permanecen en situación de ERTE en la comarca.

Por otro lado, la gerente de la agencia de desarrollo destaca que el número de autónomos que demandan empleo por cuenta ajena ha subido considerablemente. “Es un claro indicativo de las dificultades que continúan atravesando los sectores del comercio, la hostelería, los servicios de proximidad, el ocio y la cultura”.

Salaberria añade que un 62% de las personas desempleadas no tiene una cualificación específica para el empleo, lo cual dificulta cada vez más su inserción. “Esta característica se ha mantenido constante durante los últimos 12 meses. En cambio, algo que ha cambiado sustancialmente es la brecha de género en relación a la tasa de paro: ha descendido en el último año hasta situarse por debajo de la media guipuzcoana, siendo el 52,8% de las personas desempleadas mujeres, y el 47,2% hombres. El importante incremento relativo del desempleo en el sector industrial ha equilibrado esta balanza”.

Por lo tanto, nos encontramos ante un escenario incierto en el que se han alcanzado niveles de desempleo similares a los de hace 6 años, con un sector industrial debilitado y una parte importante del sector servicios que continúa atravesando serias dificultades para continuar con su actividad habitual. Pero no todo es malo. “También contamos con un capital social cada vez más cohesionado y, en general, una disposición cada vez mayor hacia la cooperación entre empresas y entidades para encontrar soluciones conjuntas a los nuevos retos que se nos plantean”.

La agencia de desarrollo comarcal tiene previsto desarrollar varias actuaciones durante los próximos meses, para reactivar la economía y el empleo. Por un lado, se activará el foro industrial comarcal. “El fortalecimiento del sector industrial y su mejora competitiva es una clara prioridad para los próximos meses y años. Se están promoviendo foros para abordar oportunidades, fomentar la cooperación y capacitar a las empresas más pequeñas en cuestiones clave, con el objetivo de lograr mayores niveles de competitividad en el mercado”.

También se va a fortalecer la atención a los desempleados en riesgo de exclusión. “Las diferentes entidades que atendemos a personas en riesgo de exclusión (Diputación Foral de Gipuzkoa, ayuntamientos, Lanbide, Uggasa y entidades del tercer sector) colaboramos para coordinar y hacer más eficaces los programas dirigidos a este colectivo. Se fortalecerá el trabajo en red con el objetivo de incrementar sus opciones de inserción en el mercado laboral”.

Además, se va a impulsar la formación y cualificación de las personas sin estudios. “El 62% de los desempleados pertenece al colectivo de las personas sin estudios. Se reforzará el acceso a la formación para que obtengan certificados de profesionalidad de niveles básicos en diversas especialidades (atención sociosanitaria, industria, hostelería...).

No se olvida de las PYMEs. “Les ofreceremos acompañamiento individualizado a las pequeñas y medianas empresas que se encuentren en dificultades y requieran una intermediación, un apoyo específico o un acompañamiento en su proceso reactivación”.

La competencia digital y tecnológica también va a ser clave en el futuro. “Habrá programas dirigidos a incrementar las competencias digitales y tecnológicas de personas y empresas. Además de las competencias técnicas, las competencias digitales de las personas se han convertido en un aspecto clave para el mercado laboral. Se reforzará la oferta de formación específica en este ámbito”.

Por último, la escuela de Formación Profesional UGLE pondrá a disposición de las empresas el laboratorio 4.0 instalado recientemente en el centro.

Se activará el foro industrial para fomentar la cooperación y mejorar así la competitividad

Habrá programas para los desempleados en riesgo de exclusión y las personas sin estudios

En agosto de este año había 1.472 personas en paro: 397 más que en el mismo mes del 2019

En Urola Garaia la tasa de paro está un 1% por encima de la media de Gipuzkoa