Lo bueno de ser el hombre más rico del mundo es que si te apetece comprar un juguete solo tienes que pensarlo y tus deseos se hacen realidad. Comprar Twitter le supone desembolsar 54,20 dólares por cada acción que va a tener que comprar. Esta es la razón por la que vemos bailar tanto las cifras ya que en función de los paquetes de acciones que vaya a comprar la broma le puede salir entre 40 mil y 46 mil millones de dólares. Todo apuntaba a que se conformaba con comprar un 9,2% de las acciones y evitar ser parte de su consejo de administración que le limitaría para poder seguir escribiendo libremente sobre Twitter. Pero lanzó el órdago y si todo va bien en breve podrá poner a la compañía en su vitrina de trofeos. De momento, para analizar cual son las verdaderas razones de esta compra deberíamos dejar pasar el tiempo, pero si analizamos sus tuits de los últimos días y especialmente la charla TED que dio el 14 de abril, cuando se hizo publica la oferta, podremos tener algunas respuestas.

Lo primero en lo que quiero fijarme es en que según dice en todo esto no le mueve que el negocio de Twitter le permita ser todavía más rico, "Mi intuición es que tener una plataforma que tiene la confianza de todos, inclusiva, es extremadamente importante para el futuro de la civilización. No me importa el dinero". Puede que ya sepa lo difícil que es sacar beneficio a esta red social y que no tenga ninguna idea original para cambiar esto. Su visión está más cerca de disponer de una herramienta, de una tribuna desde la que poder predicar y lanzar sus mensajes y quien sabe, si de alguna forma dar el salto al mundo de la política. "Creo que las suspensiones temporales son mejores que las prohibiciones permanentes", en una clara referencia a la cuenta suspendida de Donald Trump que ya se ha encargado de avisar que no tiene intención de regresar a la red y que se va a encargar de potenciar Truth Social, de la que es propietario. Pero que Elon Musk abra la puerta de esta forma al que puede llegar a ser presidente de los Estados Unidos en las elecciones de 2024 puede tener una doble lectura ya que de alguna forma para el empresario tener los favores de Washington le puede suponer una ayuda en los cambios en la legislación del uso de los vehículos autónomos o resolver los posibles problemas en los que está con la Comisión Americana de Valores.

Libertad de expresión

Vamos a dar por valido que Elon Musk es un caballero andante y que su misión con Twitter es la defensa de la democracia y de la libertad de expresión. "Es muy importante que haya un escenario inclusivo para la libertad de expresión. Twitter se ha convertido en una especie de plaza pública de facto, por lo que es realmente importante que la gente crea y perciba que puede hablar libremente dentro de los límites de la ley". Una gran idea, que de alguna forma trata de abochornar a Google y Facebook, es la propuesta que ha realizado de colgar en GitHub el algoritmo de Twitter y permitir que otros programadores y técnicos puedan verificar su idoneidad y dejar atrás el oscurantismo de la competencia. En las empresas siempre hay dos mundos enfrentados, los departamentos comerciales y los departamentos técnicos y resulta complicado dejar el funcionamiento de la plataforma en manos de las opiniones o sugerencias que unos u otros puedan dar. No se hasta que punto esta promesa puede ser factible sin convertir a Twitter en un juguete en manos de cualquier grupo de opinión que sea capaz de hacer llegar sus ideas hasta el punto de cambiar la forma en la que actúan los algoritmos. Seguramente la última palabra del funcionamiento de Twitter la va a tener un sistema de Inteligencia Artificial que siga las ideas y preceptos que el propio Elon Musk tiene en sus actuales empresas.

Los mismo que el dueño de Amazon, Jeff Bezos, es el actual propietario de The Washington Post y Rupert Murdoch del Wall Street Journal, él los utiliza de ejemplo y centra la diana en Mark Zuckerberg. "Tiene Facebook, Instagram y WhatsApp con una estructura que permitiría a Mark Zuckerberg XIV seguir siendo el propietario. No ocurrirá eso con Twitter". Solo el tiempo nos dirá como se acabará comportando un negocio que por lo que señala apunta a que lo va a convertir en una ONG, donde todos podrán participar y opinar de forma libre y gratuita. Como siempre hay quien se está rasgando las vestiduras y han empezado una campaña para abandonar Twitter, #RIPTwitter. Me recuerda a la campaña del año pasado en la que se nos animaba a abandonar WhatsApp por el cambio en la política de uso y la posibilidad de insertar anuncios, todavía no conozco a nadie que lo haya dejado de usar. Es más creo que desde ese día todavía ha ganado mas adeptos.

Elon Musk es de esas personas que entienden Twitter. Lo usan para establecer conversaciones, dar noticias importantes sobre sus compañías y dejar constancia de sus ideas y pensamientos. El problema está en si de alguna manera ha estado utilizando esta herramienta en beneficio propio, haciendo que la cotización del Bitcoin suba o baje, atacando al twittero que avisaba en que aeropuertos se encontraban los aviones privados de la los 10 primeros de la lista Forbes (recuerda que el está el primero en esa lista) o haciéndose más rico gracias a los tuits sobre Tesla o Space X. Yo solo tengo bendiciones hacia Twitter, una herramienta que me permite leer cada día más de 100 revistas de tecnología, gracias a las recomendaciones de los mejores artículos que hacen personas a las que sigo, pero que me ha costado mas de 10 años crear esa comunidad. En un principio no entendí la herramienta e incluso me di de baja porque no sabia para que utilizarla, pero en el verano del 2011 me conecte de nuevo, aprendí a sacarla partido y hoy en día creo que es la aplicación que me sale más rentable para estar informado de las cosas a nivel mundial. Cada vez que lo tratan de convertir en Facebook, me pongo malo. Solo espero que el señor Elon Musk no se acabe cansando de su nuevo juguete y nos lo deje en el trastero. El tiempo lo dirá.