Aunque YouTube es una red social para mayores de 14 años, muchos niños la utilizan a diario para ver diferentes tipos de vídeos. Es la mayor enciclopedia audiovisual que existe, pero como todas las redes sociales, tiene riesgos inherentes que vienen asociados principalmente a los tipos de contenidos de los vídeos y a sus comentarios.

Contenidos

Cuando vemos un vídeo en YouTube, el algoritmo de la plataforma nos propone otros para que estemos mucho tiempo viendo anuncios que les supondrán ingresos, y para que generemos datos de uso que servirán para alimentar su algoritmo predictivo y su inteligencia artificial. El 70% de los vídeos que se ven en YouTube se miran gracias a esas recomendaciones. El problema es que los que nos propone no son vídeos que nos puedan gustar, sino los que han calculado que nos van a mantener más tiempo pegados a la pantalla. Esto lo hacen proponiendo unos que son cada vez un poco más raros o extremos dentro de la categoría que estamos viendo, porque han detectado que son los que más llaman nuestra atención.

Por esa razón, si un niño empieza a ver vídeos de Disney, YouTube le puede proponer la versión del doblaje porno de ese vídeo, otros donde los personajes sufren transformaciones que dan miedo... Es decir, imágenes que dentro de su categoría se empiezan a alejar del original que había comenzado a ver, que van a llamar su atención y le van a tener más tiempo enganchado a la pantalla.

Otro ejemplo puede ser una adolescente que esté buscando vídeos sobre dietas. Entonces, el algoritmo de YouTube le comienza a proponer contenidos que fomentan la anorexia como forma de vida, porque dentro de la categoría de dietas son más extremos y raros, y va a llamar más su atención.

O si buscamos imágenes sobre el 11-S, el algoritmo nos propondrá unas con teorías conspiranoicas, porque ha aprendido que son las que nos pueden tener más tiempo frente a la pantalla.

Muchos menores de 12 años son seguidores fieles de youtubers. Algunos de ellos se hacen famosos por crear contenidos de categorías concretas. Por poner un ejemplo, están los gamers, aquellos que juegan a videojuegos y los comentan. Algunos se hacen famosos así y luego van subiendo vídeos sobre diferentes temas que ya no son adecuados para niños. Aunque hay algunos youtubers conscientes de que tienen seguidores muy jovencitos y mantienen un tono y contenido limpios, hay otros cuya audiencia inicial son adolescentes o adultos jóvenes, por lo que los niños que los siguen están expuestos a imágenes que no son aptas para ellos, con un lenguaje e imágenes que les pueden impactar. Por eso siempre se recomienda saber a qué youtuber siguen nuestros menores en casa, qué tipo de contenidos ven, qué tono tienen y limitarles los vídeos que no son adecuados para su edad.

Otro tema es el de la publicidad. En la tele, en canales para niños y horario infantil, la publicidad está regulada y pasa un filtro para no mostrar aquella que no sea adecuada. En YouTube no existe ese filtro.

Desinformación

Muchos youtubers se dedican a dar su opinión sobre todo tipo de temas, la mayoría de las veces sin formación ni mucha idea de lo que están diciendo. Si estas personas no tienen una formación adecuada para hablar sobre esas cosas, además de desinformar pueden poner en riesgo a sus seguidores, y más aún a los más jóvenes, que son impresionables y tienen menos experiencia. Es habitual que chicas con desórdenes alimentarios den consejos para adelgazar de cualquier manera, hay youtubers para adultos a los que siguen muchos menores que tienen consultorios de problemas sexuales sin más formación que su experiencia, hay quienes dan consejos sobre dietas que van probando, quienes al contar sus vidas recomiendan medicamentos, quienes dan consejos y trucos para ganar mucho dinero con información incompleta o promocionando estafas de forma consciente o inconsciente... Los youtubers cubren todos los temas imaginables, y cuando alguien detecta un hueco lo aprovecha para hablar sobre eso. Se recomienda ser críticos con las personas que seguimos en redes sociales y no creernos todo lo que digan si no está contrastado o demostrado.

Comentarios y desconocidos

Los comentarios son otra parte oscura de YouTube. Muchas personas aprovechan la oportunidad que tienen de comentar vídeos y conectar de esa manera con los creadores o con las personas que los ven para lanzar ideas tóxicas. Se escudan en la libertad de expresión para insultar, amenazar o humillar a otras personas, ignorando que esas acciones son delito.

A través de los comentarios también se intenta captar a nuevos usuarios para diferentes tipos de grupos: de terrorismo islámico, de extrema derecha, o de diferente índole, que aprovechan la situación para dejar enlaces a sus materiales o páginas web y animar a otros usuarios a subir vídeos realizando acciones concretas con la intención de llamar su atención e incorporarlos a sus filas. El algoritmo de YouTube recomienda estos contenidos porque es eso, un algoritmo, y no entiende sobre qué se habla en los vídeos ni si es ético, moral, legal, adecuado...

A principios de 2019 YouTube tuvo que desactivar los comentarios de millones de vídeos donde aparecían niños porque estaban siendo utilizados por pederastas para hacer comentarios grotescos, difundir sus propios materiales, poner los códigos de tiempo de imágenes donde aparecían niñas en posiciones comprometidas€ El algoritmo de YouTube iba recomendándoles estos vídeos, de forma que después de ver dos o tres parecidos, los pederastas entraban en un rabbit hole o madriguera de conejo (un proceso donde podemos pasar horas y horas viendo cosas que nos van proponiendo) donde podían encontrar más y más material que les interesaba.

YouTube permite activar el Modo restringido para menores de edad, de forma que estos no puedan ver comentarios ni imágenes catalogadas como no aptas para su edad por los creadores de dichos contenidos. Para niños menores de 14 años existe YouTube Kids, que es mucho más adecuado.