Es apasionado cuando habla y también cuando compone. La música forma parte de su vida, pero mantiene con ella ciertas distancias y la comparte con su universo más personal, el de los afectos. El cantante, que cuestionó a su generación anterior, la de sus padres, con el tema Papá, cuéntame otra vez, pone el foco en la importancia que para él tienen su mujer, la artista argentina Jimena Ruiz Echazú, y su hija, la criatura que en 2014 le puso la cabeza del revés como si fuera un calcetín. Es un hombre divertido que reconoce que le gustan las bodas -él se ha casado dos veces con la misma mujer, y ríe cuando dice que no le importaría hacerlo una tercera-.

Seremos, su nuevo trabajo, es muy especial. ¿Tiene temas muy diferentes a los que han marcado su trayectoria?

Las canciones nacen en el contexto de la pandemia, del confinamiento, y supongo que sobrevuela sobre este trabajo todo lo que hemos vivido y lo que estamos viviendo. No fui capaz de escribirle nada a la pandemia de una manera explícita.

Es difícil no cantarle a la pandemia, que es la que ha congelado nuestras vidas.

Pero lo que yo quería era cantar a la vida que había quedado congelada, no a la pandemia que la congeló. Son vidas congeladas en el tiempo y creo que de alguna manera retomaremos. La llegada de la pandemia me obligó a hacer repaso de las cuentas pendientes, fue un viaje de introspección, y sobre todo me planteé canciones con vocación de futuro.

¿Una llamada de futuro? ¿Cree que esto pasará algún día?

Está siendo más largo de lo esperado, pero yo hago mi nuevo trabajo con la esperanza de que esto pase, de que alguna vez, espero que no sea muy tarde, miremos atrás y nos demos cuenta de que hemos salido de esta situación. Pienso que todo esto es lo que sobrevuela el disco. ¿Lo hace un disco diferente? Creo que sí. Es, en muchos aspectos, bastante vitalista. No es rupturista respecto a lo anterior, pero sí que trata de imprimir una mirada diferente.

Toda una vida desde aquel Papá, cuéntame otra vez.

Lo que uno intenta en cada canción es construir un relato propio. En Papá, cuéntame otra vez yo reprochaba a nuestros padres que nos habían contado un relato un tanto edulcorado que omitía una parte de renuncia que merecía también ser contada. Tenía un componente de bronca generacional. Esta canción la escribí con mi hermano y te lleva a pensar en qué relato hemos sido capaz de escribir nosotros.

¿Y ha encontrado su relato?

Siempre estás buscando ese relato propio, que creo que está en todos mis temas. Hay uno en este trabajo que se llama Y mientras tanto que es una forma de contarles a nuestros hijos nuestro relato. Es el que quiero contarle a mi hija. Quizá uno no haya sido capaz de protagonizar aún un relato propio, pero sí que existe uno protagonizado por la gente joven que mira la realidad de manera crítica y exigente, por las mujeres que salen a la calle.

¿Un discurso nuevo?

Sí, uno que habla sobre una nueva realidad, un nuevo modelo. Yo creo que hay un nuevo modelo que está cuajando en el sentir general. Supongo que en la búsqueda de ese relato es en lo que andamos todos.

Vivimos en un bucle en el que relato se puede contar con tristeza, amargura, desesperación...

Así ha sido. Soy contrario a romantizar el confinamiento. Hay gente que dice que le ha venido fenomenal, que ha podido escribir, componer, crear€

¿No le ha pasado a usted lo mismo?

No. A mí me parece horrible este tipo de discurso porque se aleja de la realidad colectiva. Este confinamiento, esta pandemia, ha sido, lo está siendo, muy triste, muy doloroso. De hecho, pienso que estamos todos atravesados por un trauma del que no somos conscientes y que solo la perspectiva del tiempo nos permitirá analizar sus consecuencias. Queda por descubrir cómo nos va a influir en nuestra manera relacionarnos, en la manera de estar en el mundo. Es un relato doloroso, pero lo tenemos que asumir desde la consciencia de que esto es transitorio.

¿Está seguro?

¿De qué es transitorio? Pienso que sí, pero nadie lo sabe. Esto nos lo planteamos como temporal. Recuperaremos el control de nuestras vidas. Lo más terrible es no haber sido capaces de hacer planes y de cumplirlos. Lo que ha hecho esta pandemia ha sido poner en evidencia los déficits del sistema, las desigualdades en las que vivimos, los problemas, las contradicciones. En mis canciones se pone en evidencia todo esto.

En el disco canta con Jimena, su mujer.

Es una canción que habla de la lucha de las mujeres. Aquí en España es un hito en cuanto a la capacidad de movilización. Se está haciendo también en Latinoamérica, sobre todo en Argentina. Somos padres de una niña, esa lucha tiene que ver con su futuro, y me pareció bonito cantar juntos por el futuro de nuestra hija.

Usted consiguió el éxito en el minuto uno. ¿Es fácil acostumbrarse a que las cosas le salgan bien desde el principio?

Ja, ja, ja€ Bueno, no sé qué decir. Papá, cuéntame otra vez irrumpió con fuerza en el panorama de la música para sorpresa de la propia compañía discográfica. Era un momento de efervescencia musical respecto a la canción de autor. Surgieron muchos cantautores y también un circuito de música en directo muy vivo. Pero yo no era la prioridad de mi compañía en el aquel momento, tenía a otros entre sus preferencias. Yo hablaba desde el nosotros, no desde el yo; desde la colectividad y no desde el individualismo. No me puedo quejar, pero el éxito es relativo.

Pero gusta, ¿o no?

Por supuesto, aunque siempre he tenido la sensación de que mi carrera es como de bicicleta. Uno tiene que estar pedaleando constantemente, porque si no lo haces te caes de la bici. Esa sensación de permanente reválida con cada disco siempre me ha acompañado. ¿Qué es el éxito? ¿Qué es el fracaso? Uno tiene por fortuna el reconocimiento del público, que me ha acompañado durante once años y me ha permitido vivir de algo que me apasiona, la música. Luego es también muy importante para mí el reconocimiento de los compañeros de profesión.

¿Cree que esta situación de pandemia, nos deja más en el nosotros o en el yo? ¿Colectividad frente a individualismo?

Estamos necesitados de vínculos, de espacios de encuentro, pero no solo desde el punto de vista físico y de esa necesidad de abrazos y caricias que tenemos todos, sino que lo que se ha puesto de relevancia es la necesidad de cuidar el bien común. Hemos descubierto que teníamos vecinos y nos ha dado cierto sentido de comunidad. Lo que hemos descubierto con esto es que solos no podemos salir de esta situación. Durante el confinamiento hubo elementos de heroicidad de cotidianidad que te reconciliaban con el mundo.

¿Han pasado esos momentos de reconciliación con el mundo?

Algunos momentos seguro que han pasado, pero los barrios se han organizado, se han creado bancos de alimentos, se ha apoyado a las personas mayores y esto se sigue haciendo. Hubo muchos aspectos en los que nos buscábamos los unos a los otros, en ese aplauso diario, en esas miradas cómplices con el vecino de al lado cuando te encontrabas en los balcones. Sí que creo que hay un nosotros que de repente empieza a aflorar. Con el paso del tiempo nos daremos cuenta que es una red que se teje silenciosamente y va a ser nuestra forma de estar en el mundo.

¿Corren tiempos difíciles para los cantautores?

Tiempos difíciles para la música, tiempos difíciles para la cultura. La cultura no ha sido la prioridad del político, ha sido abandonada, en todos los aspectos y por todas las administraciones. Ha sido abandonada cuando más lo necesitaba y cuando más necesitaba la sociedad la red que teje la cultura para mantener la cordura en momentos como este. ¿Malos tiempos para los cantautores? Bueno, no somos la prioridad en las radiofórmulas, y este disco no va a sonar en ellas, pero existe gente como Rozalén que tendrá un hueco en el corazón de los amantes de la música.

La misión de un cantautor...

Digamos que hacer la crónica social y sentimental de la sociedad a través de la música.

¿Le dedica muchas horas al día?

La música me apasiona y le dedico muchas horas porque es mi trabajo. Pero sí hay espacios en mi vida en los que no tiene por qué estar la música. Tengo compañeros de profesión para los que la música lo es todo y está presente en toda su vida. Se van de vacaciones y se llevan la guitarra. Y a la mínima que te descuidas ya te están cantando una canción. Tienen una necesidad de expresarse musicalmente de forma continua, pero yo, no.

Aunque se suele decir que una pasión te atrapa y es imposible salir de ella.

Sí, la música me apasiona, es mi terapia, pero hay cosas más importantes que la música. Esas cosas más importantes tienen que ver con los afectos, con lo cotidiano, con mi familia, con mis amigos, con soñar. A mí lo que me gusta es contar historias. Me gusta escribir canciones y también escribir cuentos. La música ocupa muchas horas de mi vida, pero no todas.

Le entrevisté cuando acababa de ser padre y había entrado en los 40€ Me dijo que su vida no era la misma, que todo había cambiado.

Mi vida cambió entonces una enormidad, muchísimo. La paternidad me dio la vuelta a la cabeza como si fuera un calcetín. De repente, tus prioridades en la vida son otras y dejas de ser el centro de esas y otras prioridades. Con la paternidad aprendí a relativizar muchas preocupaciones. Desde que nació mi hija me tomo menos en serio a mí mismo. Te despojas de ciertos prejuicios y de una cierta soberbia que te lleva a pensar que conoces todas las respuestas. La paternidad es un interrogante permanente y vives en constante cuestionamiento. Suscita sensaciones raras, pero es muy saludable. Te haces más pequeño y más permeable en muchos aspectos.

PERSONAL

Edad: 47 años (9 de marzo de 1974).

Lugar de nacimiento: Madrid.

Familia: Lleva una década al lado de la actriz y cantante argentina Jimena Ruiz Echazú. Tienen una hija que nació en 2014.

Formación: Estudió Física en la Universidad Complutense de Madrid y siendo estudiante empezó a tocar en los cafés madrileños que acogían en su época a los cantautores.

Trayectoria: La música le absorbió tanto que dejó la carrera sin acabar y apostó por dedicarse a componer y cantar. En 1997 grabó su primer disco y se ha tomado su oficio de músico como una carrera a largo plazo. Desde entonces ha lanzado discos tan conocidos como Papá, cuéntame otra vez, Atrapados en azul, La memoria de los peces, Los paraísos desiertos, La traición de Wendy, Principio de incertidumbre, Naves ardiendo más allá de Orión, El viaje de Rosetta, Sueños de un hombre despierto, Un lugar soñado, Acuérdate de vivir, Todo empieza y todo acaba en ti, La llamada y Seremos.

Cine: También ha trabajado para el cine en determinadas ocasiones, siempre fiel a su faceta de cantautor. En 2003, bajo la dirección y la guionización del boliviano Marcos Loayza, Serrano participó en la película El corazón de Jesús con un papel de cantante, donde se limita a ofrecer canciones que tienen el sentido de resumir las vivencias del personaje protagonista.