Nadie niega la importancia gastronómica de Tolosa, que sobresale en nuestro mapa culinario por ser cuna y referente de productos como la alubia, el chuletón, el chocolate... además de contar con sonados bares y restaurantes, un imponente mercado los sábados e imprescindibles citas culinarias. Pero la villa papelera no se limita a su centro. De hecho, hay vida más allá de la plaza de toros, al otro lado del Oria, en Berazubi, barrio en el que vive uno de cada 8 tolosarras y que acoge el primer estadio que se construyó en el estado (1923), así como una Asociación de Vecinos modélica que organiza las fiestas del Pilar y otros eventos como la feria Berazubi Gastronomika, en la que tuve el placer de participar la semana pasada, entre el 27 de abril y el 1 de mayo.

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Estas jornadas, que este año se han celebrado por tercera vez tras el parón de la pandemia, son el fruto del trabajo incansable de unos locos deliciosos, Agustín Artola y José Antonio Telleria Telle, jubilados que anteponen la dinamización de su barrio y sus vecinos a la contemplación de obras u otras actividades más habituales de su condición. Agustín y Telle son de los que saltan de la sartén a fuego, ya que fue precisamente descansando de la organización de las fiestas de 2017 cuando se metieron en este fregado. "Acabábamos de terminar las fiestas" recuerda Agustín, "comiendo con los chicos del bar Jokel, cuando ellos nos lanzaron la piedra: Vosotros, que organizáis concursos de tortilla y paellas gigantes en fiestas, ¿por qué no organizáis unas jornadas? Y entre que se ofrecieron a apoyarnos en todo y que nosotros nos dejamos liar... nos pusimos a ello".

Ayuda, la verdad, no les ha faltado. Para empezar, hay más gente del barrio que se vuelca con ellos, como Carlos Iparragirre, veterano barman que se ocupa de la barra durante toda la Gastronomika o Leire López, directiva de la Asociación, que participa activamente en los concursos, además de la ayuda del Ayuntamiento. Como comenta Agustín, "Nunca recibimos todo lo que pedimos y nos ponen muchas trabas con la logística, pero tenemos un buen convenio y sin su colaboración no sería posible celebrar estas jornadas".

También vital el papel de los cocineros locales. "Félix Garrido nos abrió muchas puertas. El primer año nos trajo a Arzak como jurado, lo que fue un boom para las jornadas, y también consiguió que viniera a preparar un plato para la comida del domingo Rubén Trincado, del Mirador de Ulia, un cocinero con una estrella Michelin. Eso hizo que el inicio de la Gastronomika fuera muy sonado. Además, siempre se han volcado con nosotros los parrilleros locales: Txemari Esteban, Juanjo Pascual, Pedro Ruiz, Matías Gorrotxategi... Como jurados también hemos contado con gente muy válida como Ramón Roteta, Xabier Martínez, Kepa Txapartegi, Félix Manso, Félix Belaunzaran, Pili Manterola... y hay más tolosarras que nos han ayudado como Lander Cornago, del bar Iurre; Rafa Gorrotxategi... y muchos que se me olvidan".

A la tercera va la vencida y este año las jornadas se han asentado con un gran programa de cinco días y la satisfacción de sus promotores al ver que público y prensa se han hecho eco de su esfuerzo. La Gastronomika de 2022 ha contado con momentos entrañables como el homenaje a José Juan Castillo y Luis Irizar el pasado domingo con un recuerdo especial a Mikel Corcuera o momentos de remarcable interés como la charla que el que esto firma ofreció el miércoles, el campeonato de pintxos ganado por el bar Lainoa o la comida final para más de 100 personas servida por los restaurantes Diámetro 200, Narru, AMA y Jokel. Aunque de lo que más satisfechos se sienten los organizadores es de los concursos populares (tortilla de patata, bacalao al pil-pil, parrilla...) que atraen a gente de todas las edades y condiciones, mayoritariamente del propio Berazubi, que se dejan la piel por el puro placer de ganarse la honrilla dando a estas jornadas un grado de popularidad que no encontramos en otras. Como bien resume Agustín en dos palabras: "Somos Barrio".