Muy cerca de Gipuzkoa, podemos encontrar auténticas joyas que son una maravilla para quienes las visitan. Dejando atrás Donostia y Hondarribia, el río Bidasoa y la bahía de Txingudi, tenemos ante nosotros Lapurdi, un territorio histórico que alberga lugares de ensueño a lo largo de todo su litoral

Conocidas por su naturaleza, tradiciones, deportes acuáticos, historia y arquitectura, entre muchos otros aspectos, tenemos dos localidades que brillan con luz propia: Hendaia y Angelu.

Arquitectura e historia 

El núcleo antiguo de Hendaia gira en torno a la iglesia de San Vicente y la plaza de la República. La iglesia, con su galería de madera de tres pisos, es una notable obra del siglo XVI. Alrededor, se encuentran cafés, tiendas de quesos regionales, confiterías como Au Manoir des Arômes, y restaurantes que promueven productos locales, como L’Apostrophe. 

Descendiendo hacia el puerto pesquero de Caneta, se halla la casa del escritor Pierre Loti, quien fue almirante de la Armada francesa y visitante frecuente del Castillo de Antoine d’Abbadie. 

Este castillo neogótico cuenta con una colección de objetos y pinturas tradicionales de la antigua Etiopía, fruto de los viajes de su propietario, un erudito que reunió libros sobre Etiopía, cultura vasca y astronomía. Abbadie construyó su propio observatorio y presidió la Academia de las Ciencias de Francia, actual propietaria del castillo.

El entorno del edificio es una reserva natural de más de 60 hectáreas con senderos que combinan bosques y prados. Algunos caminos llevan a miradores sobre los islotes Les Deux Jumeaux, los acantilados de flysch de la Corniche y la bahía de Loia.

Una perspectiva de la playa de Hendaia IKER AZURMENDI

Cuna del surf

Desde una colina se puede contemplar la extensa playa de Hendaia, ya meca del surf en Iparralde. Este municipio se ha convertido en un importante centro de iniciación de este deporte originario de Hawái y popularizado en los años 70 por personajes locales y de Angelu, como Alain Menvielle y Eric Rougé.

Además, Hendaia cuenta con un Paseo de la Fama Surfista, en donde figuran las huellas de leyendas como Kelly Slater y Pauline Ado, esta última nacida en la ciudad y formada en Anglet. Por si fuera poco, todo el paseo marítimo reúne una esencia marítima y costera. 

Este recorrido se puede cruzar a pie o en bicicleta desde el río Aturri hasta el faro de Biarritz, que se alza sobre un acantilado con vistas a la conocida ciudad vecina.

Playa y naturaleza

En cuanto a Angelu, la playa Chambre d’Amour posee la Love Tower, una obra de Tadashi Kawamata que conmemora la leyenda de dos amantes de familias rivales que fueron tragados por el mar. 

El sendero del litoral, que abarca 54 km entre Bidart y Donostia, tiene un tramo de 4,5 km, rodeado de dunas. Es un terreno de más de 200 hectáreas y un pulmón verde para la región, utilizado por los locales para diversas actividades al aire libre.

Aunque Angelu carece de un casco histórico y se distribuye en varios barrios, cada uno con su propio centro. El mercado de Les Halles es el eje comercial, mientras que el cultural se encuentra cerca del teatro Quintaou, la Ville Beatrix Enea, que exhibe arte contemporáneo, y la nueva Galería de Exposiciones Georges Pompidou. 

Otra actividad que se puede realizar en este municipio es admirar los atardeceres desde la citada Love Tower o en la terraza del château frente al lago Brindos, contemplando los nenúfares y las garcetas blancas.

Atardecer en Anglet Tourisme Anglet

Breve descripción de Hendaia y Angelu

Hendaia y Angelu, ubicadas en Iparralde, son dos de las localidades más cercanas a Gipuzkoa y dos joyas para quienes acuden allí. 

Hendaia

Hendaia es una ciudad costera cerca de Gipuzkoa. Su posición estratégica la ha hecho testigo de numerosos eventos históricos. Por ejemplo, en 1659, el Tratado de los Pirineos se firmó en la Isla de los Faisanes, cerca de Hendaia, marcando un hito en la historia europea.

Angelu

Angelu se sitúa cerca de Biarritz y Baiona, es conocida por sus extensas playas y su ambiente relajado. Durante siglos, fue una comunidad agrícola y pesquera, pero en el siglo XIX se transformó en un popular destino turístico. 

Su proximidad a otras ciudades de Iparralde ha favorecido su desarrollo como una ciudad moderna, manteniendo al mismo tiempo su patrimonio cultural vasco.