El colectivo portugués Climáximo ha informado este lunes de que ocho de sus miembros han sido arrestados, y cuatro de ellos pasarán la noche detenidos, después de realizar pintadas en el Aeropuerto Humberto Delgado, en la capital lusa, Lisboa.

Los activistas han pintado de rojo el vestíbulo y las pantallas con la información sobre las puertas de embarque, además de exhibir una pancarta contra la construcción de un nuevo aeropuerto con el mensaje "Nuevo aeropuerto: colapso climático".

"Cuatro de los activistas han sido acusados de daños calificados y se espera que pasen esta noche detenidos en los calabozos, mientras que las otras cuatro personas han sido liberadas y acusadas de sospecha de complicidad en delito de daños calificados", reza un comunicado.

Frenar el "infierno" climático

Inés Teles, una de las detenidas, ha afirmado que "es inaceptable que el sector de la aviación esté creciendo y que siga habiendo vuelos superfluos cuando necesitamos una reducción drástica para poder frenar el infierno climático al que nos dirigimos".

"Todos los partidos que presentarán a las elecciones de los próximos días tienen un acuerdo para ampliar la aviación mediante la construcción o ampliación de aeropuertos. Debido a estos y otros planes, se espera que el Algarve se quede sin agua en dos años", ha denunciado.

Teles ha subrayado que "este es un ataque" contra la vida y un crimen de guerra: "Cuando ningún partido que quiera gobernar durante los cuatro años más decisivos para el futuro de la humanidad tiene planes para detener la crisis climática, nos queda luchar por nuestras vidas y evitar que destruyan todo lo que amamos", ha manifestado.

Climáxico

Climáximo ha denunciado la "hipocresía" de que 50 años después del 25 de abril de 1974, fecha del fin de la dictadura, "se siga deteniendo a quienes luchan por el derecho a la vida" y ha abogado por unir fuerzas para "detener la crisis climática", que "implicará una gran transformación social y económica".

La Policía de Seguridad Pública había anunciado las detenciones, pero no había especificado el número de personas ni la organización a la que pertenecían, según ha informado la agencia de noticias portuguesa Lusa.