El Gobierno italiano defendió ayer su ley que limita las acciones de los barcos de rescate de migrantes operados por ONG y aseguró que no tiene nada que ver con los últimos naufragios, como el del pasado domingo frente a las costas de Steccato di Cutro, en la región de Calabria (sur), que se saldó con el trágico balance de 63 muertos y al menos 30 desaparecidos.

El decreto de las ONG “es muy necesario porque, en un contexto de crecimiento numérico, el porcentaje de desembarcos en nuestras costas debidos a los medios navales de las ONG ha disminuido considerablemente y no existe ninguna relación entre las nuevas normas y el aumento de muertes en el mar”, aseguró el ministro del Interior, Matteo Piantedosi.

“Quienes ponen el naufragio de Cutro en relación con las nuevas normas están diciendo una falsedad o por ignorancia o mala fe”, dijo en una entrevista en Corriere della Sera .