La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, justificó ayer la celebración de fiestas y, tras la aparición de varios vídeos y fotografías, ha pedido que se le juzgue por su labor al frente del Gobierno y no por lo que hace en su vida privada. “Soy humana y a veces hecho de menos la diversión y la luz en medio de estas nubes oscuras”, dijo Marin durante un encuentro del Partido Socialdemócrata en el que sus compañeros han reaccionado con una ovación a su sinceridad.

La mandataria, de 36 años, ha reconocido que los últimos días no han sido fáciles, pero insistió en que sigue cumpliendo con su labor “tan bien como siempre”. “No he faltado ni un solo día al trabajo y no he dejado nada por hacer”, advirtió la primera ministra.

Marin se sometió la semana pasada a un test de drogas –que dio negativo– a raíz de la difusión de unos vídeos en los que aparecía bailando con unos amigos y el lunes tuvo que salir al paso de otra imagen captada en una fiesta en su residencia oficial.

La Policía de Helsinki confirmó que ha recibido tres denuncias relativas a los vídeos, pero que no abrirá ninguna investigación porque no detecta indicio alguno de criminalidad por parte de la primera ministra o de su entorno.

Visados a ciudadanos rusos

Por otra parte, las autoridades de Finlandia informaron de que están ralentizando la tramitación de visados de turista para ciudadanos rusos, como represalia a la invasión rusa de Ucrania, aunque abren la puerta a emitir visados por motivos humanitarios.

“Lo diré directamente: estamos ralentizando la emisión de visas para que no se emitan de la misma manera que antes. La llegada de turistas es un problema que hay que abordar”, dijo la primera ministra, Sanna Marin. “Incluso si Finlandia dejara de emitir todas las visas, no afectaría a las visas Schengen, pero aún podrían usarse para viajar a través de Finlandia. Por eso el asunto debe resolverse de manera europea”, explicó la primera ministra.