La ministra francesa de Exteriores, Catherine Colonna, mostró este viernes a su colega británica, Liz Truss, la voluntad de encontrar una solución duradera sobre el contencioso con el protocolo norirlandés, que fue acordado y firmado por el Reino Unido y que no está abierto a una renegociación.

A través de la portavoz de su ministerio, Colonna manifestó "preocupación" por la aplicación del protocolo y su intención de que se encuentre una salida, pero "respetando el acuerdo firmado entre la Unión Europea y el Reino Unido".

Los responsables franceses recuerdan en sus encuentros con los británicos sus desacuerdos sobre ese punto insistiendo en que ningún país de la Unión Europea está dispuesto a reabrir la discusión.

Sobre todo, hacen notar que no es el protocolo lo que ha generado las dificultades que le reprocha Londres, sino que son consecuencia del Brexit que quiso el Reino Unido y de su decisión de no formar parte del Espacio Económico Europeo, que hubiera evitado tener que restablecer controles aduaneros.

El Gobierno británico presentó el 13 de junio en el Parlamento un proyecto de ley que pretende anular unilateralmente partes del protocolo sobre Irlanda del Norte integradas en el acuerdo del Brexit, y que ha sido objeto de una primera votación positiva por la Cámara baja, aunque el trámite puede prolongarse varios meses.

El principal reproche que se hace a ese protocolo desde Londres es que ha fijado los controles fronterizos entre la Unión Europea y el Reino Unido no en los límites terrestres de Irlanda del Norte, para no crear una mayor fractura humana y política con la República de Irlanda, sino entre esa isla y la de Gran Bretaña.

Colonna también habló con su homóloga de la idea lanzada en mayo por el presiente francés, Emmanuel Macron, de crear una Comunidad Política Europea que ha recibido el respaldo de los Veintisiete en la cumbre de la semana pasada.

Según el proyecto de Macron, ese foro podría dar cabida a países que están en instancia de adhesión a la UE, como Ucrania, Moldavia y los de los Balcanes occidentales, para establecer cooperaciones con ellos en muchos campos sin esperar a que puedan beneficiarse de los dispositivos de los que gozarían en tanto que miembros.

Pero el presidente francés también querría que en la Comunidad Política Europea pudiera entrar el Reino Unido, algo que ha sido descartado por las autoridades británicas.