Naia Amondarain (Ibarra, 2001) tiene buena memoria y, gracias a ello, puede desglosar con precisión el sector de la segunda etapa del Tour de Francia que recorre todas sus carreteras de entrenamiento. Desafortunadamente, una larga y latosa lesión de cadera le ha impedido durante estos últimos meses exprimirse y retorcerse en las rampas de Larraitz, Altzo o Alkiza, quizás los tres puntos de mayor dificultad para el pelotón de la ronda gala en su transitar por Tolosaldea. Pese a ello, la ciclista guipuzcoana adelanta con conocimiento de causa que la jornada resultará “durilla”.

“No estamos hablando de subidas que se hagan especialmente difíciles, pero...”. Citada en el pie de la ascensión a Alkiza desde Anoeta para las fotografías que acompañan estas líneas, Amondarain, quien poco a poco está desarrollando un plan de puesta a punto, se prepara para poder acceder a las cimas de su zona y vaticina batalla en la segunda etapa de la ronda francesa. “Euskal Herria es así: subidas, bajadas... Más allá de las rampas y de sus pendientes, no creo que el pelotón vaya a tener un día tranquilo”.

DE DÓNDE VIENE. Cabe recordar que los ciclistas habrán entrado en Gipuzkoa por Arrasate para dirigirse a Oñati, encadenar las subidas a Udana y Aztiria, y bajar después a la zona de Segura, Idiazabal y Beasain. En la primera entrega publicada ayer por NOTICIAS DE GIPUZKOA, el legazpiarra Mikel Mujika (BAI-Sicasal), buen conocedor de toda la comarca, auguraba una gran batalla para formar la escapada, pronosticando una pelea cuya naturaleza describe Naia Amondarain. La ibartarra se muestra de acuerdo respecto al carácter nervioso de la etapa y añade que esta supondrá “una especie de carrera de eliminación”.

El Tour acabará de comenzar, todavía con una sola jornada (Bilbao-Bilbao) en las piernas de los corredores, por lo que Amondarain tiene sus dudas sobre si habrá movimiento entre los grandes favoritos. “Estas cosas nunca se saben. Serán los primeros días de Tour, con mucha dureza aún por delante, así que se me escapa qué intenciones tendrán los grandes favoritos”. La corredora del Laboral Kutxa, en cualquier caso, estima que la segunda jornada entre Vitoria y Donostia sí puede tener sus efectos en la clasificación general. Así, explica que la citada “carrera de eliminación” puede darse antes en los puestos traseros del gran grupo que en los delanteros. “En el recorrido, también en esta zona de Tolosaldea, hay muchos giros y pasos estrechos. Si no estás bien situado, corres el riesgo de comerte muchos látigos en cola, y eso genera un desgaste que a la larga puede terminar pagándose, quizás en Jaizkibel. Por eso comentaba lo de la carrera de eliminación: lo que pase en los kilómetros finales puede tener su explicación en todo lo sucedido antes”.

TXINDOKI Y ERNIO. En lo que se refiera a su faceta de aficionada al ciclismo, Naia podrá sacarse, el próximo domingo 2 de julio, una pequeña espina que tiene clavada. “Mis padres y mi hermana han tenido la costumbre de acercarse en verano a los Pirineos para ver pasar el Tour, pero yo nunca les he acompañado. Es algo que tengo pendiente, pero que ahora podré cumplir en parte asistiendo a la carrera desde las carreteras de casa”. En la grupeta de Amondarain ya ha salido a colación el tema: “¿Dónde nos ponemos para ver el Tour?”. Cualquier enclave resultará adecuado para seguir a pie de asfalto una etapa que descubrirá al mundo las cimas más celebres de Gipuzkoa.

Al fin y al cabo, la segunda jornada del Tour mostrará, en líneas generales, el interior del territorio, dejándose para la tercera, la del lunes 3, toda la franja costera. Hay que subrayar que la ascensión no puntuable a Larraitz desde Zaldibia deparará, si el tiempo lo permite, espectaculares panorámicas de la zona del Txindoki. Lo mismo sucederá con el Ernio durante la subida a Alkiza. Y el pelotón transitará igualmente la zona de Andoain y Urnieta, al pie del Adarra. El posterior paso por Oiartzun y el alto de Gurutze acercará los helicópteros de la carrera a Peñas de Aia, antes de, para concluir, llegar ya a la costa de la mano de Jaizkibel.

La zona del puerto hondarribiarra significará un día después, en la citada tercera etapa, el único sector de la propia costa que no verá la carrera. Esta entrará en Gipuzkoa por Mutriku desde Ondarroa, y no se separará del Cantábrico hasta Donostia, subiendo incluso a Igeldo desde Orio para bajar directamente a El Antiguo. El domingo, montaña. Y el lunes, mar.