No es algo que pase todos los días, ni mucho menos. Que tus ídolos deportivos pasen por tu casa. Es lo que sucederá con la llegada del Tour a Gipuzkoa, territorio ciclista donde los haya. Un buen número de clubes guipuzcoanos trabajan con cientos de chicos y chicas de los cuales un puñado, quizás, sean profesionales. Mientras tanto podrán disfrutar, el domingo y el lunes próximos, de la presencia de los mejores ciclistas del mundo, un evento que supondrá indudablemente un “impulso” para una cantera que, en cualquier caso, habría que cuidar más, ya que la labor debe ser continua, según palabras de Dani Gómez, del Club Ciclista Irunés, y de Julen de Blas, del Elgoibarko Lagun Taldea.
Club Ciclista Irunés
“Por Irun el Tour va a pasar dos veces y va a ser la oportunidad de ver la carrera de cerca. A los chavales es el deporte que les gusta, estos ciclistas son sus ídolos y va a ser una fiesta para ellos y también para nosotros”, comenta Dani Gómez, presidente del CC Irunés, un club que cuenta con una cantera de 45 chavales que van “desde los 8 hasta los 18 años de edad”.
“Están emocionados”, continúa Dani: “Ya te puedes imaginar quiénes son sus preferidos. Los Van Aert, Van der Poel, Pogacar… es normal, son unos bestias, atacan a 60 kilómetros y no miran atrás, eso a los chavales les gusta mucho”. De hecho, comenta el presidente del CC Irunés que estos últimos años están notando “más gente joven interesada en el ciclismo”, y cree que uno de los principales motivos es la aparición de estos jóvenes ciclistas que están revolucionando el deporte. Y el paso del Tour por tierras guipuzcoanas puede ser “otro impulso más”.
Considera Dani que “la cantera guipuzcoana de ciclistas está muy viva porque desde los clubes se está haciendo un esfuerzo grande por trabajar con los chavales y por mantener las carreras, aunque cada vez sea más complicado”. Echa en falta la escasez de voluntarios para echar una mano en estas pruebas de categorías inferiores: “Lo de contar con voluntarios cada vez es más difícil, las personas de 45 años para arriba se involucran, pero a los jóvenes les cuesta engancharse a esto. Es lo que más nos complica a los clubes para sacar adelante carreras, aunque en Gipuzkoa no nos podemos quejar porque el calendario es muy amplio”.
Otra de las lógicas dificultades con la que se encuentran los clubes es que hay que entrenar en la carretera, y a muchos padres “les cuesta dar permiso a sus hijos porque consideran que es peligroso: “Nosotros en Irun tenemos mucho tráfico, pero con los más pequeños solemos entrenar en la antigua N-121, que tenemos 7 kilómetros para ir arriba y abajo. Esa carretera la gastamos”.
La llegada del Tour traerá consigo el espectáculo antes mencionado, pero Dani cree que “se está perdiendo una oportunidad muy bonita de involucrar más a los clubes”. Se explica: “Nosotros, por ejemplo, no hemos recibido ni una llamada desde la organización. Está bien pedir voluntarios, pero también lo estaría revertir algo de dinero en los clubes, así habría una colaboración. Por ejemplo, el fin de semana que nosotros organizamos la marcha Juanma Garate desde el Tour montaron una marcha cicloturista en Bilbao, que fueron mil y pico personas, y notamos un bajón de participantes. Pero bueno, también entiendo que los grandes eventos van por un lado y que los demás tenemos nuestra pequeña pelea”.
Elgoibarko Lagun Taldea
De parecida opinión es Julen de Blas, director deportivo del equipo juvenil del Elgoibarko Lagun Taldea, un club que maneja un volumen de “alrededor de 25 chavales desde la escuela hasta juveniles”.
“Ver a sus ídolos tan de cerca, como quien dice al lado de casa, es una ilusión y una motivación para los chavales. Estos últimos días ya estaban hablando de dónde verles. La idea que tenemos es acercarnos a algún puerto, quizás el de Itziar para ver juntos la carrera”, comenta acerca del entusiasmo de los chicos y chicas del Elgoibarko Lagun Taldea. En cuanto a sus ciclistas preferidos, cree que lo más importante es “animar a todos” porque es “una de las señas de identidad del ciclismo”, aunque no oculta que hay una “especial ilusión” en ver “a los grandes y a los ciclistas de aquí”.
Considera el director deportivo juvenil del Elgoibarko Lagun Taldea que la llegada del Tour a Gipuzkoa “puede hacer que más chavales se animen a practicar el ciclismo”, aunque también cree que “hace falta hacer una apuesta por los de abajo, por la cantera, por parte de las instituciones. Creo que se está perdiendo. Todo son complicaciones para organizar carreras porque se ponen cada vez más condiciones y hacen falta voluntarios. Y también está el tema de los padres, que en ocasiones ponen pegas para que sus hijos empiecen por el tema de los accidentes en carretera. Lo ven peligroso”.
El Tour podía haber sido una oportunidada para dar un empujón económico a los clubes, algo que no está sucediendo: “Las instituciones han centrado esfuerzos en el Tour y se piden voluntarios. No puede ser que una empresa como el Tour, que tiene beneficio económico, no ayude con eso un poco a los clubes. No hay un retorno económico o una compensación que ayude luego a la base, a sacar chavales y a organizar carreras. Hay que apostar. Si no, se está dejando morir un poco la cantera”, asegura. Son las dos caras del gran evento. Por un lado, la ilusión. Por otro, la oportunidad perdida para dar un empujón a la base.