Más allá de ser una cuestión estética, mantener la casa limpia es fundamental para proteger nuestra salud.

La acumulación de suciedad favorece la presencia de bacterias, gérmenes y otros organismos que pueden afectar al bienestar de quienes viven en el hogar.

Con la llegada de las Navidades, una época en la que los encuentros sociales se multiplican, este riesgo aumenta de forma considerable.

La llegada de familiares y amigos convierte el suelo en un foco de contaminación que puede pasar desapercibido.

Durante estas semanas festivas, la entrada de tierra, polvo, suciedad y hasta partículas fecales es más habitual de lo que se piensa. El simple hecho de caminar por la calle implica pisar superficies contaminadas, desde aceras hasta baños públicos o transportes urbanos.

Esa suciedad termina entrando en nuestras casas cada vez que un invitado cruza la puerta con los zapatos puestos. Por eso, reforzar la limpieza y adoptar ciertos hábitos preventivos se vuelve más importante que nunca.

Fregar con regularidad ayuda a eliminar los microorganismos que se acumulan, pero también es recomendable aspirar o barrer antes para retirar las partículas visibles.

Utilizar productos desinfectantes adecuados permite reducir la presencia de bacterias que pueden causar malos olores o incluso provocar enfermedades. En hogares con niños pequeños, que suelen jugar en el suelo, esta medida es especialmente importante.

La medida más eficaz

No obstante, además de limpiar, conviene evitar que la casa se ensucie más de lo necesario. Una medida sencilla y eficaz es pedir a nuestros invitados que se descalcen al entrar.

Este gesto, habitual en muchos países, reduce de forma drástica la cantidad de bacterias y gérmenes que llegan a los espacios interiores.

Para facilitarlo, es aconsejable disponer de un pequeño espacio en la entrada destinado al calzado, así como ofrecer zapatillas o calcetines antideslizantes para que los visitantes se sientan cómodos.

Es imprescindible que el suelo de casa esté limpio Freepik

Alarga la vida útil del suelo

Esta recomendación no solo contribuye a mantener la higiene, sino que ayuda a conservar el suelo en mejor estado.

La arena y pequeñas piedras adheridas a las suelas pueden producir rayaduras en superficies como la madera o el parquet.

Además, si el suelo está mojado por la lluvia, el riesgo de caídas aumenta. Evitar entrar con los zapatos puestos no solo es una medida sanitaria, sino también de seguridad y mantenimiento del hogar.

Otras zonas a tener en cuenta

La cocina y el baño son otras zonas que requieren especial atención durante las fiestas, ya que suelen concentrar el mayor uso.

Limpiar encimeras, pomos y superficies de contacto frecuente contribuye a reducir la propagación de bacterias entre los invitados.

Ventilar a diario, incluso en invierno, también es clave para renovar el aire y eliminar partículas en suspensión.

En definitiva, mantener la casa limpia en Navidad no debe verse como una obligación, sino como una forma de proteger la salud de todos. Con pequeños gestos, como reforzar la limpieza y pedir que los invitados se descalcen, es posible disfrutar de unas fiestas más seguras, cómodas y saludables.