En nuestros hogares y lugares de trabajo, los alargadores o regletas se han vuelto herramientas indispensables.

Nos permiten conectar varios dispositivos a un solo enchufe cuando la cantidad de tomas disponibles no es suficiente. Sin embargo, su mal uso puede representar un riesgo grave de incendio.

Por ello, es fundamental conocer cómo utilizarlos correctamente para proteger tanto nuestras pertenencias como nuestra seguridad.

¿Por qué puede ser peligroso?

Un alargador es un dispositivo que distribuye la corriente eléctrica desde una única toma a varios aparatos. Aunque son prácticos, no están diseñados para soportar una carga eléctrica elevada de forma permanente.

Cada alargador tiene un límite de capacidad en vatios (W) o amperios (A), el cual no debe sobrepasarse. Si se conectan más dispositivos de los que puede manejar, o equipos que consumen demasiada energía, el alargador puede sobrecalentarse, derretirse e incluso provocar un incendio.

Aparatos de alto consumo: un error común

Uno de los errores más peligrosos es conectar a los alargadores dispositivos que requieren mucha potencia eléctrica. Entre los aparatos que no deben conectarse a una regleta se encuentran:

  • Calefactores eléctricos
  • Estufas portátiles
  • Aires acondicionados portátiles
  • Microondas
  • Hornos eléctricos
  • Lavadoras y secadoras
  • Lavavajillas
  • Planchas de ropa

Regleta con varios dispositivos conectados. Freepik

Estos aparatos tienen un alto consumo energético y deben estar conectados directamente a un enchufe de pared, preferiblemente en un circuito dedicado, para evitar sobrecargar el sistema eléctrico.

Consejos para el uso seguro de los alargadores

Para minimizar los riesgos de incendio y accidentes eléctricos, es importante seguir una serie de recomendaciones:

  1. Revisa la capacidad del alargador: Antes de conectar varios dispositivos, verifica cuántos vatios o amperios puede soportar la regleta. Esta información suele estar indicada en la etiqueta o en el manual del producto.
  2. No sobrecargues la regleta: Evita conectar muchos dispositivos a la vez, especialmente si son equipos electrónicos de alta potencia.
  3. No conectes alargadores entre sí: El "encadenamiento" de regletas (conectar una en otra) es extremadamente peligroso y aumenta significativamente el riesgo de sobrecalentamiento.
  4. Usa alargadores de calidad certificada: Asegúrate de que el producto cuente con certificaciones de seguridad reconocidas, como CE, UL o similares. Los productos de baja calidad suelen tener componentes deficientes que no soportan un uso prolongado.
  5. Revisa el estado físico: No uses alargadores con cables pelados, enchufes rotos o signos de desgaste. Sustitúyelos inmediatamente si presentan daños.
  6. Ubicación adecuada: Coloca los alargadores en lugares ventilados. Evita cubrirlos con alfombras, cortinas o muebles, ya que esto puede atrapar el calor y favorecer el sobrecalentamiento.

Señales de alerta

Algunos síntomas de que un alargador está siendo utilizado de manera insegura son:

  • El cable o la carcasa están calientes al tacto.
  • Hay chispas o chasquidos al enchufar dispositivos.
  • Los dispositivos conectados funcionan de forma irregular.
  • El disyuntor de la casa salta con frecuencia.

Consecuencias muy peligrosas

Aunque los alargadores son muy útiles, su uso indebido puede tener consecuencias catastróficas. La prevención comienza con la información y la atención a los pequeños detalles.

No olvidemos que la electricidad es una herramienta potencialmente peligrosa si no se maneja con precaución. Usar correctamente los alargadores es una forma sencilla de evitar incendios eléctricos y proteger nuestro hogar.