Con la llegada del buen tiempo y la subida de las temperaturas, el edredón deja de ser un elemento esencial en nuestro descanso diario. Sin embargo, muchas veces no le damos la importancia que merece al proceso de guardarlo adecuadamente.

Un edredón mal almacenado no solo ocupa espacio innecesario en casa, sino que también puede deteriorarse, acumular ácaros o humedad, y perder su funcionalidad de cara a la próxima temporada de frío.

Guardar correctamente el edredón es clave para optimizar el espacio en el hogar. En viviendas cada vez más pequeñas o con menos capacidad de almacenaje, cada metro cuadrado cuenta. Por eso, aprovechar el cambio de estación para reorganizar, limpiar y guardar los textiles de invierno, como el edredón, puede marcar una gran diferencia en el orden y la comodidad de nuestro entorno doméstico.

Funda y edredón nórdico Freepik

La limpieza, un factor fundamental

Antes de guardar el edredón, es fundamental asegurarse de que esté completamente limpio y seco. Lo recomendable es lavarlo según las instrucciones del fabricante.

En el caso de edredones nórdicos de plumas o fibras especiales, a menudo es necesario llevarlos a una tintorería. Guardar un edredón sucio o húmedo puede generar malos olores y favorecer la proliferación de hongos o ácaros, perjudicando nuestra salud y acortando la vida útil del producto.

Una vez limpio y seco, lo ideal es utilizar fundas de almacenamiento que permitan la ventilación, como las de tela transpirable o bolsas especiales con cierre hermético. En el caso de querer ahorrar al máximo el espacio, las bolsas de vacío son una excelente opción. Estas permiten reducir considerablemente el volumen del edredón, facilitando su almacenamiento en armarios, altillos o cajones. No obstante, si se opta por esta alternativa, se debe tener en cuenta que algunos materiales, como las plumas, pueden verse afectados si se comprimen durante mucho tiempo. Por ello, es recomendable revisar el tipo de edredón y seguir las recomendaciones del fabricante.

En el siguiente vídeo se explica un truco para poder doblar el edredón ocupando el mínimo espacio posible.

Optimización del espacio

Además, este proceso es una buena oportunidad para revisar el resto del ajuar del hogar: mantas, sábanas térmicas y ropa de invierno. Aprovechar el cambio de temporada para hacer una limpieza profunda, donar lo que ya no se usa y reorganizar los armarios no solo libera espacio, sino que también genera una sensación de orden y bienestar.

Optimizar el espacio en casa no se trata únicamente de guardar cosas, sino de hacerlo de forma estratégica y funcional. Una vivienda ordenada y con espacios bien aprovechados contribuye a una vida más cómoda, eficiente y libre de estrés. El simple gesto de guardar el edredón correctamente puede convertirse en el primer paso hacia una mejor organización del hogar.

En definitiva, el almacenamiento adecuado del edredón no solo ayuda a conservarlo en buen estado, sino que también contribuye a optimizar el espacio de la casa, mejorar la organización general y aprovechar mejor cada rincón del hogar.