El edredón es un elemento esencial en casa, especialmente durante los meses más fríos del año.

Su función principal es proporcionar calor y confort, pero al igual que otros textiles, acumula polvo, ácaros y bacterias con el tiempo. Por eso, es fundamental lavarlo regularmente, especialmente en cada cambio de estación, para mantenerlo en óptimas condiciones y garantizar un descanso saludable.

Preparación antes de lavar el edredón

Antes de lavar un edredón en casa, es crucial asegurarse de que la lavadora tenga la capacidad adecuada para manejar su peso y volumen.

Muchos edredones son demasiado grandes para lavadoras estándar, lo que podría impedir un lavado efectivo e incluso dañar el electrodoméstico. Verifica la etiqueta del edredón, que suele indicar las instrucciones de lavado y el peso total del artículo.

Si tu lavadora no es lo suficientemente grande, una solución práctica es llevar el edredón a una lavandería con máquinas industriales diseñadas para manejar prendas voluminosas.

Técnicas para facilitar el lavado en casa

Si decides lavar el edredón en casa y la capacidad de tu lavadora es adecuada, aquí tienes algunos consejos para facilitar el proceso:

  • Doblar el edredón compactamente: El primer paso es doblar el edredón de manera compacta para reducir su volumen. Doblarlo en forma de rectángulo o cuadrado hará que sea más manejable y que entre más fácilmente en el tambor de la lavadora.
  • Batir y aplanar el edredón: Antes de introducirlo en la lavadora, sacude el edredón para eliminar el exceso de polvo y aire. Esto no solo ayuda a aplanarlo, sino que también mejora la distribución del detergente durante el lavado.
  • Enrollarlo: Otra técnica eficaz es enrollar el edredón, como si se tratara de un saco de dormir. Este método facilita su inserción en el tambor y asegura que quede menos comprimido durante el lavado.
  • Lavar el edredón solo: Es fundamental no colocar otros elementos en el tambor junto al edredón. Lavar el edredón de manera individual evita que quede excesivamente comprimido, lo que podría impedir que el agua y el detergente lleguen a todas las áreas del tejido.

Una cama desecha con un edredón nórdico. Freepik

Cuidado durante el lavado

Elige un ciclo de lavado suave con agua fría o tibia, según lo indique la etiqueta del edredón.

Utiliza un detergente líquido suave, ya que se disuelve más fácilmente que el detergente en polvo y reduce el riesgo de residuos en las fibras.

Si el edredón tiene manchas, trátalas previamente con un quitamanchas adecuado antes de iniciar el lavado.

Secado del edredón

Secar el edredón correctamente es tan importante como lavarlo. Si tienes acceso a una secadora, utiliza un ciclo de baja temperatura para evitar dañar las fibras. Añadir un par de pelotas de secado o pelotas de tenis dentro de la secadora ayudará a mantener el relleno esponjoso y a distribuirlo de manera uniforme.

Si prefieres secarlo al aire libre, elige un día soleado y ventoso. Extiende el edredón en una superficie plana o cuélgalo en un tendedero, volteándolo con frecuencia para que se seque de manera uniforme. Evita la exposición directa al sol durante largos períodos, ya que podría desvanecer los colores.

Mantén el edredón limpio entre lavados

Para prolongar el tiempo entre lavados, utiliza una funda protectora que sea fácil de retirar y lavar con regularidad. Ventilar el edredón al aire libre cada cierto tiempo también ayuda a mantenerlo fresco y libre de olores.

Lavar el edredón es una tarea esencial para mantener la higiene y la calidad de la cama.

Siguiendo los consejos sobre cómo doblarlo, prepararlo y lavarlo de manera adecuada, puedes garantizar que tu edredón permanezca en perfecto estado, proporcionando calidez y confort durante mucho tiempo.

Si bien puede parecer una tarea complicada, un poco de cuidado adicional hace una gran diferencia en su durabilidad y en la calidad del descanso que proporciona.