No se trata solo de modas pasajeras, sino de encontrar un corte de pelo que refleje la personalidad de cada cual, que se adapte a su estilo de vida y resalte sus rasgos. Aquí va una guía práctica para tomar esa decisión:
Personalidad
El cabello es una extensión de la identidad, por eso antes de elegir un corte, hay que preguntarse: ¿Qué quiero transmitir?
Para mujeres clásicas y elegantes, que prefieren un estilo atemporal, mejor optar por cortes estructurados y bien definidos, como un bob recto o un cabello largo con capas suaves. Estos cortes son sofisticados y fáciles de mantener en tu día a día.
Por su parte, mujeres creativas y audaces, que les gusta destacar y experimentar, tienen que considerar estilos asimétricos, rapados parciales o flequillos atrevidos. Recomiendo jugar con colores vivos o degradados que reflejen tu carácter vibrante.
Sin embargo, para quienes adoran el estilo natural, más casual, atención a los cortes de bajo mantenimiento como el long bob, las capas desordenadas o los rizos naturales; priorizan la comodidad sin sacrificar el estilo.
Por último, para quienes busquen algo práctico, mujeres que llevan un ritmo de vida agitado, los cortes cortos, como un pixie o un corte en capas que se seca rápido, son ideales.
Estilo de vida
La rutina diaria también influye en la elección del corte. Es importante reflexionar sobre el tiempo que dedicas al cuidado del cabello.
Si no se tiene mucho tiempo, mejor evitar estilos que requieran secado diario o peinados complicados. Mejor optar por cortes que se adapten a la forma natural de tu cabello, ¡pero ojo! porque este tipo de estilos requieren complementarlos con productos que ayuden a definir la forma del corte. Además, si llevas una vida activa, por ejemplo con práctica de deporte habitual, mejor elegir cortes que permitan recogerte el cabello fácilmente, como capas largas o medias. Y para darle forma al corte, se pueden adaptar flequillos o desfilados que aunque no lleguen para recogerlo, sí se pueden retirar del rostro o sujetarlos con algún clip.
Y para quienes su trabajo le requiera una imagen más formal, los cortes clásicos y bien cuidados funcionan muy bien. Normalmente son técnicas de corte más pulidas y pesadas, lo que requiere aplicar productos que sellen la cutícula para obtener un aspecto más pulido.
Rasgos físicos
Sea cual sea el corte escogido, debe adaptarse a la forma de rostro para realzar la imagen de cada cual. Identificar la forma de tu rostro es vital para acertar con la elencción.
Los rostros ovalados son los más versátiles y los que mejor se adaptan a la mayoría de cortes. Los rostros redondos mejor que opten por cortes que creen ángulos, como capas largas o flequillos laterales para suavizar la forma. Por su parte, los rostros cuadrados pueden suavizar las líneas con cortes en capas, que además se pueden peinar con ondas, y los rostros en forma de corazón pueden equilibrar sus proporciones con volumen en la parte inferior, como un bob largo. Por último, los rostros alargados mejor que busquen cortes que den la ilusión de amplitud, como flequillos densos o capas a la altura de los hombros.
Según la textura de cabello
La densidad y tipo de cabello también importan a la hora de escoger uno u otro estilo. Debes tener en cuenta, que en muchas ocasiones es la textura del pelo la responsable de que un corte adquiera o no el resultado deseado. Para el cabello fino, los cortes en capas pueden proporcionar volumen siempre y cuando se tenga una densidad optima, en tal caso, el exceso de capas puede generar asiento de menor densidad. Además, se deben aplicar productos texturizantes para dar cuerpo y espesor al peinado. Para cabellos gruesos mejor cortes desfilados para aligerar el peso, valorando la textura y la forma a la hora de desfilarlo. Y para cabellos rizados recomiendo definir los rizos con cortes en capas, siempre respetando su forma natural.
Prueba antes de un cambio radical
Si se está considerando un cambio drástico pero falta convencimiento, lo mejor es empezar con modificaciones graduales. Por ejemplo, si quieres pasar de cabello largo a corto, prueba primero con un long bob. Esto te permitirá adaptarte al cambio y evaluar cómo te sientes.
Además, la comunicación con tu peluquero/a sobre tus preferencias y dudas es clave. Lleva fotos de referencia y explica qué te gusta de cada una. Un buen profesional también te asesorará sobre lo que favorece a tu rostro, textura de cabello y estilo de vida.