La Policía Local de El Campello (Alicante) ha detenido a un conductor kamikaze acusado de los delitos de desobediencia grave, conducción temeraria, atentado a agente de la autoridad y resistencia, tras una persecución policial entre este municipio y Busot en la madrugada de este jueves al viernes.

Se trata de un hombre que condujo un coche dorado y tuneado con una especie de rotativo y pintadas con la palabra 'polizei' para hacerse pasar "burdamente" por una patrulla policial. Además, circulaba sin seguro obligatorio ni ITV, según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.

Ante este escenario, los agentes activaron el operativo para darle el alto y previamente realizaron una llamada para solicitar refuerzos. A la altura de la rotonda de la avenida de Alcoi, otro coche de la Policía Local se situó delante del sospechoso y, con señales luminosas, se le dio el alto, pero el varón aceleró su vehículo, adelantó al policial y emprendió una huida. Así arrancó una "larga persecución" que acabó con su arresto sobre la una de la madrugada.

A partir de ese momento, la persecución discurrió por la calle San Bartolomé en dirección València, punto en el que el huido se saltó un semáforo en rojo en la calle La Mar y obligó a apartarse a otros vehículos que circulaban correctamente en sentido contrario para colisiones.

El arrestado continuó hasta la rotonda de la calle Muro, con una velocidad de cien kilómetros por hora, muy superior a la permitida en el casco urbano. Al llegar a la glorieta de la calle San Ramón, el fugitivo ya circulaba a 140 kilómetros por hora cuando tomó la rotonda con la avenida Germanies en sentido contrario.

Circulación en sentido contrario

Al llegar a la altura de la rotonda de la avenida El Vincle, la persecución continuó por la carretera CV-777, en dirección a Busot, una vía de doble sentido que carece de iluminación.

Esa circunstancia, con la intención de evadir la acción policial, motivó al fugitivo apagar las luces de su vehículo, incluido el falso rotativo, y tomar el carril contrario a gran velocidad para minimizar el riesgo de las curvas. La acción del kamikaze, según los agentes, generó un "grandísimo riesgo" a la circulación.

Poco antes de llegar al término municipal de Busot, fue la Policía la que aceleró para tratar de adelantar al vehículo que huía, pero en ese momento el conductor dio un fuerte volantazo y obligó bruscamente a la patrulla a desplazarse hacia el arcén y parte del camino de tierra del margen izquierdo de la vía.

En este sentido, los agentes han incidido en que esa maniobra "demostró un total desprecio" del conductor hacia la vida de los agentes, "ya que, dada la velocidad, podría haber acabado en un accidente grave".

En esa situación, llegaron al término municipal de Busot. El conductor del vehículo que se dio a la fuga, saltándose señales de 'stop' y ceda el paso, se adentró entonces en una zona residencial de chalés.

La persecución continuó por calles estrechas y, en algunos casos, circulando en sentido contrario. Al llegar a la calle Limoners de Busot, el conductor accedió a un descampado de tierra sin salida, pero, "lejos de cesar en su huida, continuó campo a través".

Un patrulla de la Policía Local logró interceptarle el paso, pero de forma brusca dio un nuevo giro a su izquierda y acabó colisionando con el vehículo policial. Una vez neutralizado, al verse ya acorralado, el fugitivo salió del vehículo y empezó a lanzar puñetazos y empujones a los agentes, que lo redujeron, esposaron y detuvieron. Entonces, el arrestado fue entregado al cuartel de la Guardia Civil de El Campello, que lo ha puesto a disposición del Juzgado de Guardia.