"Me machacó. Me dejó hecha una mierda". Con estas palabras ha descrito este lunes una joven la agresión sexual de la que acusa a su exnovio, tras la que presentó una denuncia en su contra por maltratarla durante su relación y por la que ahora el varón se enfrenta a una petición de condena de 18 años de cárcel.
La Fiscalía de Gipuzkoa pide esta pena para el procesado -la misma que solicita la acusación particular-, al que responsabiliza de haberse valido de su "significativa diferencia de edad" (la chica tenía 17 años y él 30 cuando empezaron a salir) para situarla en una "posición de subordinación", en un contexto de "sometimiento" del que el hombre se habría servido con el fin de "utilizarla para la satisfacción de sus deseos y apetencias sexuales, sin resistencia ni oposición", entre los años 2019 y 2020.
Algo que ha corroborado la víctima este lunes durante la declaración que ha prestado en la primera sesión del juicio por estos hechos, que tiene lugar en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa y que está previsto que se prolongue hasta el próximo miércoles, jornada en la que testificará el procesado.
"Sexo y poco más"
Durante su declaración, la chica ha recordado que cuando conoció al inculpado éste acababa de salir de la cárcel y ha explicado que al principio el vínculo sentimental que entabló con él "fue bien", a pesar de que luego se dio cuenta de que la relación se basaba en "tener sexo y poco más", hasta el punto de que "con el tiempo" llegó a tener miedo del varón y a sentirse "como si fuera su muñeca para el sexo".
De esta manera, durante las relaciones sexuales él la insultaba, era "bastante bruto" y "usaba la fuerza física", algo que a ella no le gustaba pero que en aquel momento no llegó a manifestar, aunque él la veía llorar durante las relaciones y al terminar también lo hacía.
"Me trataba como si no valiese nada"
La chica ha precisado que, fruto de esta violencia, en algunas ocasiones le salieron "moratones y hematomas" en lugares como los glúteos. "Me trataba como si no valiese nada", ha dicho.
Ha recordado también una oportunidad en la que la pareja empezó a besarse en el interior de un coche y cuando ella le mordió ligeramente en el labio a él, el hombre le propinó un tortazo.
A pesar de que la relación concluyó formalmente en 2020 tras una discusión motivada porque la víctima no quería que él condujera su moto ya que se encontraba bebido, la chica ha explicado que, tras un tiempo, ambos volvieron a verse de forma intermitente.
Golpes con la mano
La joven ha relatado así que en marzo de 2021 ambos mantuvieron relaciones inicialmente consentidas en el interior de una furgoneta, si bien el hombre comenzó a propinarle golpes con la mano y a "estrujarle" los pechos, por lo que ella le pidió que parara y "él no lo hizo".
"Se lo pedí varias veces y no paró", ha insistido la víctima. "Me machacó mucho" y "me hizo daño", ha recalcado. "Salí de la furgoneta siendo otra persona". "Ahí fue el final". "Me machacó, me sentí muy mal. Me dejó hecha una mierda", ha rememorado la joven, quien ha indicado que después contó lo sucedido en primer lugar a un amigo con el que había empezado a salir y posteriormente a su tía y a sus padres y denunció lo sucedido ante la Ertzaintza.
La víctima ha comentado que a raíz de estos hechos lo pasó "muy mal" porque "ya no quería vivir" y entró en una depresión de la que logró salir con el apoyo que recibió.
Además de la perjudicada, en la sesión de hoy han declarado un ertzaina, dos amigos de la chica y su tía, quien ha descrito que su sobrina le mostró sus pechos y glúteos llenos de moratones y que la joven le confesó que se los había hecho el acusado durante las relaciones "muy agresivas y violentas" que mantenía y que a ella no le gustaban. Está previsto que el juicio continúe este martes con nuevos testigos.