La Fiscalía de Gipuzkoa y el Departamento vasco de Seguridad tramitan el caso del ertzaina que intentó agredir a su mujer con un cuchillo como un delito de violencia de género, a pesar de que el policía cambió de sexo en el registro civil en noviembre y actualmente consta como mujer.
El ertzaina (ahora mujer) fue arrestado y quedó en libertad con medidas cautelares, entre ellas una orden de alejamiento de su pareja, a la que amenazó con un cuchillo, al igual que a sus hijas.
Además, ha sido apartado de la Ertzaintza, tal y como ha desvelado este miércoles el consejero vasco de Seguridad, Bingen Zupiria, ya que los delitos presuntamente cometidos por esta persona son "gravísimos" con independencia de que se instruyan como violencia de género o como violencia doméstica.
Solicitud de inhibición
El consejero ha indicado, no obstante, que los responsables de la investigación se inclinan por tramitarlo como violencia de género y así lo expondrán ante la Fiscalía y el juzgado de instrucción.
En este criterio coincide la Fiscalía de Gipuzkoa, que ha solicitado al juzgado de instrucción que investiga el caso que se inhiba en favor del juzgado especial de violencia contra la mujer.
El fiscal jefe de Gipuzkoa, Juan Calparsoro, ha indicado que, además del episodio violento del pasado sábado, "puede haber hechos presuntamente delictivos anteriores al cambio de sexo, en cuyo caso la calificación se corresponde al delito de violencia sobre la mujer".
El fiscal entiende que, de acreditarse episodios anteriores, todos ellos se acumularían y el agente podría ser procesado como autor de un delito de violencia de género.
En cualquier caso, ha restado importancia a ese aspecto, porque "las penas que se prevén, sea violencia doméstica o de género, no son muy diferentes". "Algo cambia, pero no es un cambio sustancial", ha apuntado.
Calparsoro ha indicado que, en el caso de la violencia de género se refuerza la protección de la víctima y las penas pueden ser algo superiores, aunque cree que el castigo resulta similar.
Sin embargo, sí existe un juzgado específico para los casos de violencia ejercida por un hombre contra una mujer, mientras que si el delito lo comete una mujer contra una compañera sentimental femenina el procedimiento lo sigue un juzgado de instrucción común.
Fraude de ley
Además, Calparsoro ha negado que la Fiscalía vaya a investigar si el miembro de la Ertzaintza cometió un fraude de ley al cambiar de sexo y ha explicado que si en el procedimiento del delito cometido el sábado "se derivan datos para entender que el cambio de sexo obedeció a un fin contrario al que prevé el ordenamiento jurídico", el Ministerio Fiscal podría interponer una demanda civil para anular el acto jurídico del cambio de sexo.
A este asunto se ha referido Óscar Arroyuelo, portavoz de la asociación de defensa de los derechos de las personas LGTBI+ Gehitu, quien ha afirmado que, en el caso de que se demuestre que el agente cometió fraude de ley al cambiar de sexo, se trataría de un caso aislado que perjudica a todo un colectivo.
El representante de Gehitu ha defendido la ley trans y ha asegurado que su uso fraudulento responde a episodios totalmente aislados que son contemplados en el propio articulado de la norma, que hace una "mención expresa" a los casos de violencia de género.
El Ministerio de Igualdad ya envió a los registros civiles un documento explicativo de la ley trans en el que advierte de que quien solicite el cambio registral del sexo de mala fe e incurra en un fraude "tendrá que responder ante la ley".